Pedro Girón

Nació en Belmonte hacia el año 1423 y fue bautizado en la iglesia parroquial de San Bartolomé.[4]​ Durante estos primeros años se crio en el palacio real como paje del príncipe Enrique, junto a su hermano Juan Pacheco.[9]​[15]​ Alfonso penetró en Castilla, llegando hasta Pastrana, pero fracasó pronto frente a la hueste dirigida por Girón, quien también llevó a cabo una campaña de castigo contra aquellos lugares que se habían sumado al bando enemigo (castigo que fue especialmente duro en Torrijos).En 1449 Girón integró junto al príncipe y su hermano Juan Pacheco, titulado marqués de Villena, una liga nobiliaria contra el condestable Álvaro de Luna.Sin embargo, al año siguiente las relaciones con Enrique se volvieron tensas, tal vez como consecuencia de la privanza de Rodrigo Portocarrero, por lo que Girón y Pacheco debieron huir a Segovia.Pero a pesar de las reiteradas amenazas y órdenes reales, los regidores sevillanos se opusieron vehementemente a ceder un lugar de su alfoz y Girón no pudo hacerse nunca con el dominio efectivo de Fregenal.[24]​ Con ocasión del recrudecimiento de los conflictos castellano-aragoneses, Girón recibió nuevas donaciones que completaron su dominio sobre Peñafiel y su tierra.[19]​ Juan Pacheco logró que Girón se acercase a liga nobiliaria de los Enríquez, Manriques y Carrillo, descontentos con Enrique IV, para luego servir de mediador entre ella y el rey.[28]​ Envió como regalo la toca que le cubría en ese momento al papa Calixto III, que le hizo merced de los diezmos de la villa y su término, al mismo tiempo que el monarca le encargaba su mantenimiento y organización.[27]​[28]​ En 1464 se le donó formalmente y pasaría a formar parte del conjunto territorial sobre el que instituyó mayorazgo dos años después.[29]​ El maestre también llevó a cabo numerosas incursiones en la Vega y luego firmó con el emir nazarí una tregua desde noviembre a mayo de 1463 (extendida después hasta octubre).[31]​ Esta alianza, que se dirigió contra Enrique IV y su privado Beltrán de la Cueva, prometió a Girón que el hijo del rey aragonés, Alfonso, nunca le disputaría el maestrazgo calatravo, sino que quedaría en manos del arzobispo Carrillo hasta que fuese casado.Debió abandonar el cerco por falta de víveres y dirigirse hacia Carmona, pieza fundamental para sus planes, que capituló pronto.La situación exigió que el monarca negociase una acuerdo con Girón: este le prestaría unas 60 000 doblas y pondría a su disposición 3000 caballeros a su costa, pero a cambio le sería entregada la mano de la infanta Isabel, por entonces de 16 años.Según una crónica de la época, siete días antes de su muerte una bandada de cigüeñas «que no sería onbre del mundo que contarlas pudiese» sobrevoló el castillo de Berrueco, donde había pernoctado, para luego dirigirse hacia la misma dirección que iba a tomar el maestre, lo cual fue tomado por mal augurio.[36]​ Lo cierto es que la cronística asociará su fallecimiento repentino con la providencia divina, que habría escuchado las súplicas de Isabel y frustrado el casamiento de esta infanta con Girón: El cuerpo de Girón fue llevado a sepultar en el Sacro Convento de la Orden de Calatrava, en la capilla colateral a la mano derecha del altar mayor, que para su entierro suyo había allí empezado a levantar por mano del artista Hanequín de Bruselas[37]​ y que dotó con 10 000 mrs.Aunque Isabel y Girón no llegaron a contraer matrimonio, de esta pareja nacieron tres hijos —legitimados conjuntamente por bula papal del 16 de mayo de 1459[48]​— y una hija: Asimismo, tuvo con Inés de Meneses a: Según ha resumido el historiador Alfonso Franco Silva, la semblanza de Pedro Girón trasmitida por dos cronistas contemporáneos, Alfonso de Palencia y Diego Enríquez del Castillo, es «el retrato de un hombre cruel, falso, mal vasallo, traidor a su rey, brutal, mezquino, nada cristiano, atento solo a su medro personal, y para que nada falte, un hombre de mala fama, lleno de vicios e inclinado a la práctica del pecado nefando bien con el rey o con sus criados y servidores».