Alcides López Aufranc
[9] Acompañó al dictador Alejandro Agustín Lanusse en la jefatura del Estado Mayor del Ejército y se volcó luego al área industrial: fue director de la metalúrgica Acindar desde 1976 a 1992.Alcides López Aufranc integró el bando de los militares «azules» ―que creían en la conveniencia de un acuerdo con la burocracia sindical para derrotar el comunismo y a la izquierda peronista―, que se enfrentaban internamente contra los militares «colorados».[13]Por sus aptitudes, López Aufranc fue seleccionado para participar en la etapa superior de «entrenamiento»,[13]que se hacía en el propio campo, en Argelia francesa, durante un mes.[1] Un año después, en 1959, el general Carlos Toranzo Montero (en ese entonces jefe del Estado Mayor General del Ejército Argentino) hizo instalar en Buenos Aires una delegación permanente de expertos franceses en «guerra contrarrevolucionaria» con todos los gastos pagados y excelentes sueldos a cargo del Estado argentino, y el goce de total impunidad ante cualquier delito que pudieran cometer en el desempeño de sus tareas.[13]Los ejércitos de Francia y la Argentina firmaron un acuerdo para que una misión de «veteranos» torturadores franceses en Argelia ―facilitados por la organización paramilitar OAS (‘Organización del Ejército Secreto’)―[14] se instalara en la sede del Estado Mayor (en Buenos Aires) para dictar cursos y brindar asesoramiento.[1]Alcides López Aufranc es recordado por haber sido el primer instructor en tortura.[9]Entre los alumnos se destacaban los futuros represores Acdel Vilas, Ramón Camps y Reynaldo Bignone.[13]La bibliografía obligatoria eran las obras de Salan, Massu, Beufre, Bonet, Chatau-Jobert y el general Trinquer.En 1960, el presidente Arturo Frondizi ―en medio de una serie de atentados atribuidos a la Resistencia peronista contra instalaciones oficiales y contra el personal del ejército― decretó el plan Conintes (conmoción interna del Estado), que otorgaba a las fuerzas armadas la conducción de la represión, y creó un Comité de Lucha contra la Expansión Marxista, dirigido por el coronel Alcides López Aufranc.Reprimieron la sublevación los generales Alcides López Aufranc, Juan Carlos Onganía y Alejandro Agustín Lanusse.[12] Luego de su retiro, en 1973, pasó a desempeñar funciones en el campo empresario.[1] Apenas asumió como directivo, López Aufranc provocó un proceso de desnacionalización de la industria siderúrgica argentina, que había sido fundada con estratégica visión por el general Manuel Savio.[14] En 2010, la LADH (Liga Argentina por los Derechos del Hombre) y los dirigentes sindicales Carlos Sosa, Alberto Piccinini y Juan Actis, presentaron una denuncia contra los directivos de Acindar de aquella represión brutal.El juez Norberto Oyarbide separó esta causa del expediente madre que investiga los crímenes de la Triple A.[1] El plan sistemático (y no escrito) de impunidad que hoy busca extinguir la acción penal o bien dejar libres de culpa y cargo a directivos de Ledesma, Molinos Río de la Plata, Las Marías, La Nueva Provincia, Ford y Acindar, entre otras empresas, cuenta en esta muerte biológica del general (RE) Alcides López Aufranc con otra victoria parcial.