Durante la última dictadura militar argentina (1976-1983), Gordon comandó una «patota» cuya base operativa era el centro clandestino de detención, tortura y exterminio conocido como Automotores Orletti.
[1] En el momento de su muerte en la cárcel, Gordon había sido declarado culpable de asesinar a Silvio Frondizi (hermano del presidente Arturo Frondizi) y Rodolfo Ortega Peña.
También fue relacionado con la familia Puccio, responsable de cuatro secuestros extorsivos en los años ochenta.
Gordon negó haber sido el líder de la Triple A, aunque sí admitió haber trabajado en el centro clandestino de detención Automotores Orletti durante la dictadura.
En su banda delictiva lo acompañaron diversos secuestradores y narcotraficantes, como el corso-argentino François Chiappe,[2] Eduardo Ruffo (alias “el Sapo”),[3] Ernesto Lorenzo,[4] Honorio Martínez Ruiz,[5] César Alejandro Enciso (su mano derecha, y yerno del general Otto Paladino),[5] el médico Roberto Rico (hermano de Aldo Rico), muerto en sórdidas circunstancias por sus compañeros,[5] Marta Susana García Tezanos Pinto,[5] César Estanislao Albarracín,[5] los hermanos Escudero[5] y hasta los «contras» (en Nicaragua).