Yin y yang

El yin y el yang (en chino, 阴阳; pinyin, yīnyáng; literalmente, ‘oscuro-brillante’) son dos conceptos del taoísmo, que son usados para representar o referirse a las dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias, pero interconectadas, que se encuentran en todas las cosas; y que esta filosofía atribuye a todo lo existente en el universo.[1]​ Según esta idea, cada ser, objeto o pensamiento posee un complemento del que depende para su existencia y que a su vez existe dentro de él mismo.De esto se deduce que nada existe en estado puro ni tampoco en absoluta quietud, sino en una continua transformación.La idea es que, en lugar de verlos como opuestos absolutos (dualidad), debemos verlos como dos aspectos de un mismo todo (de no dualidad) que están interconectados y forman un todo completo y armónico al tener su origen en el Tao.El significado originario de los términos yīn (陰) y yáng (陽) no se conoce con exactitud.Así parece estar de acuerdo el filósofo Wing-Tsit Chan que asocia a tales términos los fenómenos naturales de la nubosidad que cubre al sol y al brillo del mismo astro.La línea que las separa no es recta, sino sinuosa, representando el equilibrio dinámico entre los dos conceptos y su continua transformación.Si utilizamos tres líneas, obtenemos ocho combinaciones, conocidas como "los ocho trigramas" (八卦, bāguā o Pa Kua), de los que surgen los 64 hexagramas del I Ching.[12]​ Los problemas filosóficos derivados del nuevo concepto de mecánica cuántica han provocado un amplio debate.Por lo general, solo los miembros reales y los jefes de Estado pueden ganar este honor.Yang está asociado a la Gravedad, lo que implica contracción y se dirige hacia el centro, también conocida como fuerza centrípeta.[15]​ La doctrina del yin y el yang puede aplicarse a todos los conceptos existentes.[16]​ Asimismo, la doctrina podría aplicarse a todo tipo de dualidades.Consiste en trabajar primero rotando en el sentido de las agujas del reloj dibujando el círculo del yin-yang y su media circunferencia en forma de "S" con lo cual hay que repetirlo dos veces tanto al compás de las agujas del reloj como en sentido contrario.Con todo ello se trabaja la energía que fluye por nuestro cuerpo y calienta las articulaciones interiores y las envuelve en un calor permanente, podemos saber si realizamos bien los ejercicios porque en las manos se muestra en forma de calor.