Se trata de un abugida escrito en líneas horizontales desde izquierda hacia derecha.
No está claro si Zanabazar también inventó el símbolo soyombo o ya había existido antes.
Ya que la escritura es demasiado complicada como para ser usada en vida cotidiana, su uso es casi inexistente hoy en día.
Igual que en los abugidas tibetano y sánscrito, los caracteres de este también poseen un trazo horizontal arriba.
Las vocales largas se marcan con un gancho abajo al final del trozo vertical que posee cada letra.
Los diptongos se marcan escribiendo un símbolo a la derecha del trazo vertical.