El destino corrido por esa expedición fue un misterio sin resolver hasta doce años después de su desaparición.Finalmente, su padre cedió y le permitió que realizara un viaje de prueba en un barco mercante.Franklin fue nombrado gobernador de Tasmania en 1836 pero fue retirado del cargo en 1843, en parte por sus intentos por reformar la colonia penal allí emplazada.Sin embargo, el resultado no fue muy positivo; se perdieron muchas más vidas en la búsqueda de Franklin que las que supuestamente se iban a salvar, ya que, aunque su objetivo público era encontrar a Franklin, muchas de estas expediciones buscaban en realidad el Polo Norte.Las baladas que contaban el destino de Franklin se volvieron bastante populares.En 1854 el explorador John Rae descubrió más evidencias del destino corrido por la expedición de Franklin.En realidad Rae no estaba buscando a Franklin, sino que estaba explorando la península de Boothia para la Hudson Bay Company.Existen varias teorías acerca de lo que les sucedió a Franklin y sus hombres.Es posible que las limitaciones impuestas por este equipaje supusieran una cantidad insuficiente de material verdaderamente imprescindible.Por otra parte, sus barcos se quedaron atrapados en el hielo durante dos inviernos, mucho más tiempo del que ellos habían previsto.En aquella época este tipo de latas iban selladas con dicho metal.
Lady Jane Franklin, la gran impulsora de la búsqueda de Franklin.