Edward Augustus Inglefield
Su familia tenía una larga tradición marina: su padre fue el contraalmirante Samuel Hood Inglefield (1783-1848), y su abuelo el capitán John Nicholson Inglefield (1748-1828), que sirvió con Lord Hood contra los franceses.El joven Edward entró en servicio en 1832 y a los catorce años ya estaba navegando.Inglefield, frustrado por las pocas posibilidades de ascenso, ofreció sus servicios a Lady Franklin para proseguir la búsqueda.[2] Inglefield estaba decidido a ir a tierra con el fin de erigir un mojón con el anuncio de «que la bandera británica ha sido la primera en este mar desconocido»[3] y creía estar navegando en aguas del tan buscado mar polar abierto («Open Polar Sea»).Inglefield le ofreció al capitán Pullen todos sus excedentes y provisiones, pero la oferta fue rechazada porque tenía prohibido por su comandante en jefe cualquier relación con un barco privado.El tono de las órdenes que recibió Inglefield deja entrever un cierto hartazgo del Almirantazgo en esa búsqueda, en particular por sus elevados costes.A Inglefield se le ordenó en términos inequívocos que el viaje tenía una función de mero transporte, siendo su «deber más esencial» («most essential duty») abastecerlos, y después, «sin un momento de retraso» («without a moment’s delay»), volver.Su «deber más especial» («most especial duty») es llevar a cabo estas órdenes, y «es nuestro dirección más positiva que usted en ningún caso» («it is our most positive direction that you are on no account whatever») corra el riesgo de que los barcos queden atrapados.Bellot, aparentemente, había caído entre dos témpanos de hielo y se habría ahogado.Llegaron las órdenes de Belcher, su oficial superior, que directamente contradecían las recibidas del Almirantazgo.Los miembros de esa tripulación fueron los primeros hombres en atravesar el Paso del Noroeste, aunque gran parte del recorrido lo hicieron en trineo y a pie, ya que el HMS Investigator permanecía atrapado desde 1852 en el hielo en bahía Mercy, a mitad del estrecho de isla de Banks (actualmente estrecho McClure).En ese nuevo viaje las órdenes fueron menos perentorias: «Usted está ahora tan bien familiarizado con la navegación de esos mares, y así lo ha acreditado felizmente en su anterior servicio, que no consideramos necesario obligarle a usted con instrucciones específicas».[5] A su llegada a isla Beechey, Inglefield descubrió que los cuatro barcos de Belcher y el HMS Investigator habían sido abandonados y que sus tripulaciones se habían reunido en el campamento de invierno del HMS North Star.Después de este servicio, Inglefield no regresó jamás al Ártico.Su hijo, el capitán Edward Fitzmaurice Inglefield (nacido en 1861), se convirtió en secretario de Lloyds en 1906.A Dictionary of Arts, Sciences, Literature, and General information (en inglés) (11.ª edición).