Jean-Auguste-Dominique Ingres

No fue, en sentido estricto, neoclásico ni académico, sino un ferviente defensor del dibujo.[1]​ Ingres constituye un claro exponente del romanticismo en cuanto a los temas, el trazo abstracto y los tonos planos de intenso colorido.[2]​ Igualmente, es ejemplo de orientalismo, pues muchos de sus cuadros, especialmente desnudos femeninos, están dominados por un sentido irreal del exotismo propio del siglo XVIII.Su padre Jean Marie Joseph Ingres, escultor, pintor y decorador, supo reconocer en su hijo el talento pictórico que poseía y rápidamente favoreció sus aspiraciones artísticas.Realizó numerosos dibujos y retratos: La familia Riviére (1805); Granet, La Bella Celia; Napoleón entronizado (1806).A ellos pertenecen voluptuosos desnudos femeninos, entre los que cabe destacar La bañista; paisajes, dibujos, retratos, y las composiciones históricas, religiosas o mitológicas: Juana de Arco, La virgen de la hostia, Jesús entre los doctores, Cristo entregando a San Pedro las llaves del Reino (1820) o Júpiter y Tetis.Está en el cenit de su arte, pero en Francia sus cuadros pintados en Italia reciben acerbas críticas, no gustan, e Ingres decide quedarse en Roma.La caída de Napoleón y las consiguientes dificultades económicas que hicieron disminuir los encargos oficiales significan para Ingres un período bastante mísero, durante el cual pintó con desgana pequeños retratos a lápiz para los turistas ricos que visitaban Roma.les respondía con irritación: "¡No, el hombre que vive aquí es pintor!".En 1862 fue nombrado senador y miembro del Consejo Imperial de Instrucción Pública.[Baudelaire le llamó "el único hombre en Francia que realmente hace retratos".El poeta y crítico Baudelaire observó: "los alumnos de M. Ingres han evitado muy inútilmente cualquier apariencia de color; creen o fingen creer que no son necesarios en la pintura.[11]​ Baudelaire -que dijo "M. Ingres adora el color como un sombrerero de moda"- escribió sobre los retratos de Louis-François Bertin y Madame d'Haussonville: "Abrid los ojos, nación de simplones, y decidnos si habéis visto alguna vez una pintura tan deslumbrante y llamativa, o incluso una mayor elaboración del color".[11]​ Los cuadros de Ingres se caracterizan a menudo por fuertes colores locales, como los "azules ácidos y verdes botella" que Kenneth Clark profesaba "disfrutar perversamente" en La Grande Odalisque.Su obra se divide, esencialmente, en tres géneros: * La pintura histórica, sobre todo a partir de su estancia en Italia.Pero su influencia se dejó sentir también entre los mejores impresionistas, y Edgar Degas tenía más de veinte cuadros suyos.
El baño turco , 1862, diam. 108 cm, Louvre.
Tumba de Ingres en el Cementerio del Père-Lachaise de París. El busto fue elaborado por Jean-Marie Bonnassieux .