Se ajusta ampliamente a la categoría de enfermedades digestivas.
Los síntomas comunes de la colitis pueden incluir: dolores abdominales leves a severos (según la etapa de la enfermedad), diarrea hemorrágica persistente con pus presente o ausente en las heces, incontinencia fecal, flatulencia, fatiga, pérdida de apetito y pérdida de peso inexplicable[2] Los síntomas más graves pueden incluir: dificultad para respirar, latidos cardíacos rápidos o irregulares y fiebre.
[2] Otros síntomas inespecíficos menos comunes o raros que pueden acompañar a la colitis incluyen: artritis, úlceras bucales, piel dolorosa, enrojecida e inflamada e irritación, ojos inyectados en sangre.
Puede proporcionar información importante sobre la causa de la enfermedad y el alcance del daño intestinal.
La colitis enterohemorrágica puede ser causada por la toxina Shiga en Shigella dysenteriae o el grupo Shigatoxigenic de Escherichia coli (STEC), que incluye el serotipo O157:H7 y otras E. coli enterohemorrágica así como por Yersinia enterocolíticas.