Las toxinas Shiga o shigatoxinas son una familia de toxinas relacionadas con dos grupos principales, Stx1 y Stx2, cuyos genes se considera que son parte del genoma de los profagos lambdoide[1] Las toxinas son llamadas Shiga por Kiyoshi Shiga, que fue el primero en describir el origen bacteriano de la disentería causada por Shigella dysenteriae.
El origen más común de toxinas Shiga son las bacterias S. dysenteriae y el grupo Shigatoxigénico de Escherichia coli (STEC), el cual incluye el serotipo O157:H7 y otras E. coli enterohemorrágicas.
[2] Hay muchos términos que los microbiólogos usan para describir la toxina Shiga y diferenciar entre sus diferentes formas.
El componente A1 luego se une al ribosoma, interrumpiendo la síntesis de proteínas.
La toxina requiere receptores altamente específicos en la superficie celular para atacar e ingresar dentro de la célula; especies como ganado, cerdos, y ciervos que no trasportan estos receptores pueden abrigar bacterias toxigenicas sin ningún efecto perjudicial, vertiéndolas en sus heces, de donde pueden diseminarse a los seres humanos.