Entamoeba histolytica

Además, producen enzimas proteasas de cisteína, que degradan el medio extracelular humano, permitiéndole invadir otros órganos.

Cuando los quistes maduros son ingeridos por un hospedador, estos se desenquistan en el intestino delgado dando lugar a los trofozoítos.

Entamoeba histolytica afecta a los primates; los casos en perros y gatos son relativamente raros.

Los quistes son resistentes, sobreviviendo varias semanas, pero mueren a alta temperatura o con agua caliente.

Así mismo tanto la gravedad del padecimiento como la frecuencia de complicaciones son mayores en los trópicos.

Los sujetos con infección crónica eliminan trofozoítos o quistes en diferentes momentos, en tanto que los pacientes asintomáticos suelen producir solo quistes, los cuales tienen la mayor importancia para la transmisión del padecimiento, así como una resistencia relativa aunque se destruyen con técnicas de secado, temperaturas superiores a 55 °C y cloración de adición de yodo al agua potable.

Recientemente se ha encontrado que la proteína EhRhoGAPnc, que se encuentra sobreexpresada en E. histolytica en comparación con otras especies no patogénicas del mismo género (E. dispar),[8]​ es capaz de controlar la patogénesis de este protozoo mediante su interacción con EhRacC y EhRacD que controlan la adhesión a los epitelios tan necesaria para la infección por parte de este patógeno.

[9]​ Las lesiones por E. histolytica pueden ser intestinales o extraintestinales potencialmente involucrando a varios órganos.

La patología intestinal ocurre principalmente en cualquier parte del colon, en particular el ciego, sigmoides y el recto.

Cuando se ingiere la E. histolytica coloniza la capa de moco externa del colon, y sus proteasas escinden la MUC2 en el dominio C no glicosilado, lo que debilita su estructura y facilita el contacto de E. histolytica con las células epiteliales.

El sistema inmunitario rechaza su presencia generando focos diseminados de inflamación del intestino.

La disentería amebiana puede ser recurrente, con períodos asintomáticos y sintomáticos, durante muchos años.

Si los parásitos se diseminan por el tracto gastrointestinal, pueden causar otros problemas.

En el hígado destruyen hepatocitos y se forma un absceso que al crecer provoca problemas hepáticos.

Este método extermina los nematodos, incluso estando estos en la parte central del fruto o vegetales.

Condiciones de baja higiene aumentan la incidencia y prevalencia de disentería amebiana.