El sufijo enterohemorrágica (entero del griego antiguo ἔντερον enteron – intestino y hemorrágica de hemorragia) indica que el EHEC puede dar lugar a enfermedades diarreicas con sangre (colitis enterohemorrágica).
Sin embargo, existen ciertas cepas serológicas que pueden provocar enfermedades intestinales en los humanos.
Las bacterias E. coli enterohemorrágicas (EHEC) cuentan con varias particularidades que aumentan su potencial patógeno: en primero lugar se pueden adherir a las células del epitelio de la pared del intestino gracias a una proteína de envoltura (Adhesina).
Entre los tres serotipos O157, O103 y O26 se distribuyen casi el 60 % de los agentes biológicos.
El agente biológico y las enfermedades infecciosas que causa se dan en todo el mundo.
[5] Con menos de 100 bacterias es suficiente para que se produzca el contagio.
[13] Junto a las toxinas Shiga hay otros factores de la virulencia del EHEC como la proteína codificada en LEE, la hemólisis EHEC, la CDT (cytolethal distending toxin), las serín proteasas EspP y proteínas que adquieren hierro, por lo que los a variados cuadros clínicos provocados por la EHEC se les considera procesos multifactor.
La excreción de las bacterias suele ocurrir en un período que varía entre 5 y 20 días, aunque especialmente entre los niños puede tardar varios meses.
No se prescriben medicamentos que dificultan el movimiento intestinal, tales como la loperamida, para no evitar al excreción de las toxinas y del agente.
[20][18] Los pacientes en los hospitales son aislados del resto de enfermos.