[1] La adherencia es usualmente un paso esencial en la patogénesis (producción de enfermedades) o infecciones bacteriales, requerido para colonizar un nuevo hospedante.
Las adhesinas son atractivos candidatos a vacunas porque son esenciales para infectar y se ubican en la superficie, lo que los hace muy accesibles para los anticuerpos.
La efectividad de los anticuerpos anti-adhesina es ilustrada por estudios con FimH, la adhesina de la Escherichia coli uropatogénica (UPEC por sus siglas en inglés).
En modelos animales, la inmunización pasiva con anticuerpos anti-FimH y vacunación con la proteína redujo significativamente la colonización por UPEC.
Las bacterias con adhesinas se unen a receptores específicos de la superficie tisular para evitar su eliminación[4]