Histopatología

En cambio, la citopatología examina las células aisladas o los microfragmentos de tejido (como ‘bloques celulares’).

A continuación, el tejido se prepara para su observación con un microscopio mediante la fijación química o el corte por congelación.

Las muestras más grandes se cortan para situar sus estructuras anatómicas correctamente en el casete.

Los tiempos de fijación para las muestras muy pequeñas son más cortos y existen estándares en la histopatología diagnóstica en humanos.

[1]​ En la última fase de deshidratación, se utiliza xileno en vez de alcohol: esto se debe a que la parafina usada en la siguiente etapa es soluble en xileno pero no en alcohol, permitiendo que la parafina infiltre (impregne) la muestra.

Se utiliza en la patología intraoperatoria para realizar determinaciones que puedan ayudar a elegir el siguiente paso en la cirugía durante esa sesión quirúrgica (por ejemplo, para determinar preliminarmente durante la cirugía si la resección tiene un margen libre de tumor).

El objetivo de teñir es revelar los componentes celulares; las contratinciones se utilizan para proporcionar contraste.

La tinción más utilizada en histología es una combinación de hematoxilina y eosina (a menudo abreviada como H&E).

Hay cientos de muchas otras técnicas usadas para teñir selectivamente las células.

Otras técnicas avanzadas incluyen la hibridación in situ para identificar moléculas específicas de ADN o ARN.

Los portaobjetos histológicos son examinados con un microscopio por un patólogo, un médico especialista que ha completado un programa de formación reconocido.

Los artefactos visuales microscópicos pueden potencialmente causar un error diagnóstico de las muestras.