Hemocromatosis hereditaria

Sin embargo, cuando se encuentra en grandes cantidades pierde esta función y genera radicales libres,[3]​ causantes del daño orgánico presente en la enfermedad.La enfermedad fue descubierta por Armand Trousseau en 1865,[4]​ quien describió un síndrome clínico representado por diabetes, hiperpigmentación cutánea y cirrosis hepática.[5]​ En el año 2000 se descubrió que un grupo de pacientes no presentaba las mutaciones descritas en 1996 ni ninguna otra asociada al gen HFE.Si sólo presenta una copia, se dice que ese sujeto es portador de la enfermedad (la puede transmitir a la descendencia, pero él no la sufre).La clínica de estos pacientes es muy similar a la manifestada en la hemocromatosis tipo 1, pero suele aparecer en edades más jóvenes.[30]​ Los estudios avalan que grandes cantidades de vitamina C no producen desequilibrios en la absorción de hierro ni en personas sanas ni en heterocigotos para la mutación del gen HFE,[30]​ pero no existen evidencias contrastadas para los homocigóticos.Este equilibrio está roto en la hemocromatosis, donde la absorción intestinal de hierro se ve muy aumentada.En condiciones fisiológicas, un aumento de hierro sérico estimula la secreción del péptido, que inhibe el transporte del metal desde el enterocito (mediante su interacción con la ferroportina), hígado o sistema retículo endotelial, a la sangre.También se ha descubierto una mutación en el gen que codifica para la ferroportina,[36]​ confiriéndole resistencia frente a la hepcidina.Existen dos puntos comunes a cualquier tipo de hemocromatosis: la hemosiderosis generalizada y la afección orgánica (suele ser cirrosis o fibrosis hepática).Este último caso hace que, en muchas ocasiones, los pacientes con hemocromatosis sean diagnosticados como enfermos de diabetes mellitus tipo 2.[4]​ A menudo se aplica el término diabetes bronceada a la hemocromatosis cuando presenta la tríada de cirrosis, pigmentación y diabetes; fue Charles Emile Troisier quien le dio esta denominación, hasta que von Recklinghausen, en 1889, la sustituyó por hemocromatosis.[43]​(Véase Historia) También se pueden observar las uñas aplanadas o cóncavas y una disminución del vello corporal.Además, existe una mayor susceptibilidad a ciertas infecciones, causadas por microorganismos que se desarrollan mejor en presencia de hierro, como Yersinia enterocolitica, Listeria monocytogenes y Vibrio vulnificus.[12]​ En muchas ocasiones la hemocromatosis se diagnostica mediante exámenes sanguíneos de rutina, dado que los síntomas más específicos suelen aparecer tardíamente.Ciertas manifestaciones patológicas orientan al clínico hacia una posible alteración metabólica: astenia, diabetes, hepatopatía crónica, artralgias, miocardiopatías o impotencia, entre otras.[44]​ Una buena historia clínica, con una completa anamnesis y exploración exhaustiva, ayuda al médico en el diagnóstico.Hay tres parámetros que son de gran utilidad en el diagnóstico: Tras encontrarse alteraciones en las pruebas bioquímicas (especial importancia tiene la saturación de transferrina superior al 45 %) se procede a realizar al paciente una confirmación por Diagnóstico Molecular.Para diagnosticar la hemocromatosis es necesario que el test detecte la homocigosis C282Y/C282Y o la heterocigosis compuesta C282Y/H63D.[46]​ Los individuos con resultado positivo para la homocigosis o heterocigosis antes descritas en el test genético, no se someten a la biopsia porque su diagnóstico de hemocromatosis ya está establecido (a no ser que haya sospecha de daño hepático y se quiera verificar el mismo).[48]​ Con ellas se extrae sangre al sujeto regularmente, para disminuir esa sobrecarga de hierro.Las flebotomías, al bajar el depósito férrico, regresan la hepatomegalia, la debilidad, la astenia y aseguran un mejor control de la diabetes.Esto no es así en pacientes que han desarrollado ya cirrosis; en ellos mejora la calidad de vida.Para la acumulación de calado junto con materiales orgánicos en los pulmones, se puede usar como último remedio la broncoscopia.La cirrosis, la diabetes y, sobre todo, la artropatía derivada influyen negativamente en la forma de vivir del individuo.
Armand Trousseau, descubrió la hemocromatosis.
Ejemplo de herencia autosómica recesiva .
Imagen histológica de un hepatocarcinoma en un paciente con cirrosis hepática.
Taquicardia ventricular en un paciente con hemocromatosis (Derivación II del ECG ).
Tubos de PCR con muestra de ADN.
Acumulación de hierro de grado 3 en hepatocitos que muestra un patrón de distribución acinar consistente con una hemocromatosis genética homocigótica (preparado con tinción azul de Prusia de Perl).