Las celebraciones comienzan en la tarde del 31 de octubre, ya que el día celta comenzaba y terminaba al atardecer.
[7] Desde finales del siglo XX, los neopaganos celtas y los wiccanos celebran el Samhain, o algo parecido, como una fiesta religiosa.
Las formas más antiguas de la palabra incluyen las grafías en gaélico escocés Samhainn y Samhuinn.
[13] Todos estos nombres proceden del irlandés medio Samain o Samuin, el nombre de la fiesta que se celebraba el 1 de noviembre en la Irlanda medieval, que tradicionalmente se ha derivado del protoindoeuropeo *semo- 'verano'.
[17] Según los lingüistas Xavier Delamarre y Ranko Matasović, los vínculos con el protocelta *samon- 'verano' parecen ser etimologías populares.
Se cree que Samhain y Beltane, en momentos opuestos del año, eran las más importantes.
[24] Aunque la mitología irlandesa era originalmente una tradición oral, gran parte de ella fue escrita en la Edad Media por monjes cristianos.
[31] En Macgnímartha Finn se dice que los Aes Side (montículos mágicos o portales al Otro Mundo) «estaban siempre abiertos en Samhain».
Cuando Cas Corach toca su arpa, adoptan forma humana y el guerrero de la fianna Caílte las mata con una lanza.
Los fomorianos parecen representar los poderes dañinos o destructivos de la naturaleza; personificaciones del caos, la oscuridad, la muerte, la plaga y la sequía.
[37] Según el posterior Dindsenchas y los Anales de los cuatro maestros —que fueron escritos por monjes cristianos—, en la antigua Irlanda Samhain estaba asociado a un dios o ídolo llamado Cromm Cruach.
Dicen que el rey Tigernmas, y tres cuartas partes de su pueblo, murieron mientras adoraban a Crom Cruach un Samhain.
Entran en la tercera, donde el muerto bebe y escupe sobre los habitantes de la casa, matándolos.
Al no tener otra opción que beber el veneno, ella muere en la víspera de Samhain.
Dice que las reuniones de la realeza y los guerreros en Samhain pueden haber sido simplemente un escenario ideal para tales cuentos, de la misma manera que muchos cuentos artúricos están ambientados en reuniones cortesanas en Navidad o Pentecostés.
[57][59][60] También es posible que sirvieran para «quemar y destruir todas las influencias nocivas» de forma simbólica.
[3][57] El escritor del siglo XVII Geoffrey Keating afirmaba que se trataba de una antigua tradición, instituida por los druidas.
[65] En las fiestas domésticas de todas las regiones gaélicas y Gales se celebraban numerosos rituales destinados a adivinar el futuro de los reunidos, especialmente en lo que respecta a la muerte y el matrimonio.
[73] Esto significaba que los aos sí, los espíritus o hadas, podían entrar más fácilmente en nuestro mundo.
[78] Una costumbre —descrita como un «ejemplo flagrante» de un «rito pagano que sobrevive en la época cristiana»— se registró en las Hébridas Exteriores y en Iona en el siglo XVII.
Uno de los hombres se metía en el agua hasta la cintura, donde vertía una copa de cerveza y pedía a Seonaidh (Shoney), al que llamaba «dios del mar», que les concediera una buena pesca.
[82] James Frazer sugiere que «tal vez era natural pensar que la llegada del invierno llevara a los pobres, temblorosos y hambrientos fantasmas desde los campos desnudos y los bosques sin hojas al refugio de la casa».
[86] También se creía que hacerse pasar por estos espíritus o almas servía para protegerse de ellos.
[93] Esto se asemeja a la procesión de Mari Lwyd (yegua gris) en Gales, que tiene lugar en pleno invierno.
[100] La teoría de Rhys fue popularizada por James George Frazer, aunque en ocasiones reconoció que las pruebas no son concluyentes.
[100] Desde entonces, Samhain se considera popularmente como el Año Nuevo celta y una antigua fiesta de los muertos.
[101] En la rama bretona de las lenguas celtas, el Samhain se conoce como las «calendas del invierno».
Otros neopaganos basan sus celebraciones en diversas fuentes no relacionadas, siendo la cultura gaélica solo una de ellas.
[115][122] Celebran Samhain en torno al 1 de noviembre, pero pueden ajustar la fecha a su clima regional, como cuando llegan las primeras heladas del invierno.
A menudo se realizan adivinaciones para el año venidero, ya sea con toda solemnidad o en forma de juegos.