Celtismo

NicDhàna e ní Dhoireann han declarado haber utilizado el término en modo de hacer distinción entre las corrientes específicamente eclécticas, el druidismo, la Wicca y las tradiciones reconstruccionistas.

La afirmación del término celtismo está progresivamente sobrepasando todas las versiones precedentementes utilizadas, en cuanto son excesivamente específicas (el adjetivo "reconstruccionista" no es el más idóneo para describir el espectro celtista entero), o por meros motivos de simplicidad o inmediatez.

Los grupos aparecidos en este periodo raramente presentaban lazos estrechos con la antigua religión celta, de hecho nos lleva al mismo hilo que concentra la amplia gama de religiones mistéricas subterráneas que aparecieron en el curso del siglo XX.

Los primeros adherentes al Neopaganismo que se organizaron para constituir una relativamente definida religiosidad celtista fueron los componentes de congregaciones aparecidas solo en los años setenta y ochenta del siglo XX.

Este periodo y estos grupos son a menudo definidos con la etiqueta de protoceltismo, precisamente por la todavía difusa indeterminación doctrinal que las caracterizaba.

La corriente más ortodoxa y estrechamente ligada a los métodos del reconstruccionismo es la senistroniana (término que literalmente significa "antigua tradición" en protocéltico).