El incidente se produjo en un momento de graves tensiones en las relaciones entre los Estados Unidos y la Unión Soviética.
[2] Poco antes, también habían iniciado los preparativos para las gigantescas maniobras militares Able Archer 83, que simulaban un ataque masivo contra la Unión Soviética.
Un avión espía RC-135 estadounidense estaba volando muy cerca de la ruta del KAL 007, por lo que los soviéticos tuvieron dos señales idénticas.
Ahora parecía dirigirse a la base principal de la Flota del Pacífico en Vladivostok.
Se considera que esta casualidad desafortunada exacerbó la sensación de amenaza para el mando militar soviético.
Se le instruyó al piloto, mayor Genadi Osipovich, que primero efectuara disparos de advertencia, pero estos no tenían municiones trazadoras, por lo tanto la tripulación de cabina nada vio.
Inicialmente se informó que el 747 había sido obligado a aterrizar en Sajalín.
Las cajas negras fueron entregadas diez años después por la nueva administración rusa y entonces se supo la verdadera causa del accidente.
[1] Se hicieron dos investigaciones a cargo de la Organización Aérea Civil Internacional (OACI).
Para cuando apareció el aparato coreano, al día siguiente, los soviéticos creyeron que se trataba del mismo avión, además efectivamente apareció el RC-135 USAF y se acercó al KAL para confundirse en su señal de radar.
Si el avión estadounidense ya se había desligado aparentemente o fue derribado posteriormente, es un misterio.
Una vez confirmada la orden y sin dar ninguna oportunidad antes de que abandonara el espacio aéreo restringido, disparó a matar.
En 1997 un agente de la inteligencia nipona retirado, Iosiro Tanaka, publicó un libro titulado 'La verdad sobre el vuelo KAL 007'.
En sus páginas confirmaba que la tripulación del avión derribado en efecto cumplía una misión encargada por los servicios especiales estadounidenses.
Aquella aeronave militar cruzó la frontera de la URSS, incursionó en su territorio siguiendo la misma ruta que siguiera después el Boeing surcoreano y salió impune después de virar hacia Japón.
[cita requerida] Otra afirmación dada es que la noche del incidente había sido un momento particularmente tenso para las fuerzas de defensa aérea soviéticas ya que un SR-71 estadounidense realizó un vuelo espía en coordinación con otros aviones estadounidenses (probablemente el RC-135) y un satélite espía Big Bird.
En 1983, el entonces presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan había sido recientemente elegido como tal.
[1] La región que sobrevolaba el Boeing KAL 007 era para la Unión Soviética de primera importancia.
Este accidente fue presentado en el programa de televisión canadiense Mayday: Catástrofes Aéreas en el episodio "Objetivo Destruido", y en Mayday: Informe Especial, titulado "Evidencia explosiva", transmitidos en National Geographic Channel.
Después del ataque soviético, las portadas de las revistas americanas rivalizaron en indignación: "Air murder.
Los términos más comunes utilizados en los artículos del Washington Post y del New York Times son, en un caso, "brutal", "bárbaro", "deliberado", "criminal" y, en el otro, "por error", "trágico", "fatal", "comprensible", "justificado".
¿Debemos precisar en este punto a quién se reservan los periodistas estadounidenses los términos "seres humanos inocentes", "historias personales conmovedoras", "seres queridos" y aquellos, más sobrios, de "pasajeros", "viajeros" o "personas que han muerto"?»[6] En un estudio comparativo de los dos acontecimientos publicados en 1991, el profesor de ciencias políticas Robert M. Entman señaló que, en el caso del ataque soviético, el marco general elegido por los medios de comunicación estadounidenses "insistía en la bancarrota moral y la culpabilidad de la nación detrás del tiroteo, mientras que, en el segundo caso, reducía la culpabilidad y se centraba en los complejos problemas asociados a las operaciones militares en las que la tecnología desempeña un papel clave".