Una vez producido el disparo, el fuego de la pólvora entra en contacto con la composición iniciadora, y esta con la sustancia luminiscente, marcando el recorrido del proyectil hacia su objetivo.
Y para operaciones especiales, las hay que dejan una estela visible solamente con visores nocturnos o de infrarrojos.
[2] Las trazadoras están intercaladas, comúnmente, a cada 4 o 6 cartuchos de munición ordinaria.
El líder de pelotón suele cargar completamente su cargador con munición trazadora, para designar los objetivos a sus hombres.
Para quienes se encuentran en la trayectoria final de la munición trazadora, hay un efecto de ilusión óptica bien conocido, por el cual los proyectiles parecen viajar muy lentamente, pero mientras se aproximan, aumentan su velocidad considerablemente.