Adicionalmente, la norma internacional exige que se adose a la aeronave, también en un lugar visible, una placa de identificación hecha de metal u otro material incombustible (resistente al fuego).
Aunque la matrícula de cada aeronave es única, algunos países, pero no todos, permiten que esa matrícula pueda volver a utilizarse cuando la aeronave se ha vendido, destruido o retirado.
Por su parte, la marca de matrícula consistirá en letras (del alfabeto inglés), números (arábigos) o en una combinación de ambos, y será la asignada por cada Estado.
La OACI también considera la existencia de una "marca común", que consiste en la identificación de aquellas aeronaves que no tienen nacionalidad, como las pertenecientes a organismos internacionales (la ONU, por ejemplo), para las cuales será la misma OACI quien determine tal marca.
De otra parte, aunque los acuerdos internacionales no lo indican, las matrículas suelen ser únicas, es decir, una vez se cancelan (por temas legales, obsolescencia, destrucción o desaparición), no vuelven a ser utilizadas; no obstante, algunos Estados sí reutilizan sus registros para realizar nuevas matriculaciones.