El turrón es una masa dulce obtenida por la cocción de miel (o azúcares) a la que se incorporan almendras peladas y tostadas.
A dicha masa se le puede añadir, o no, clara de huevo para que emulsione.
[1] Dicha pasta es posteriormente amasada y tradicionalmente se le da forma final de tableta rectangular o torta.
[3] El turrón era también conocido en época romana con el nombre de cupedia, como demuestran algunos escritos del historiador Tito Livio.
Según está hipótesis el turrón llegaría a España con la invasión musulmana del siglo VIII.
De forma paralela, en Castuera (Badajoz) ha existido desde la época árabe una tradición turronera que ha llegado hasta la actualidad.
Con el pasar del tiempo este postre se utilizó siempre más en las celebraciones y en las tradicionales fiestas de Navidad.
El anónimo Manual de Mujeres, del siglo XVI, aporta la primera receta que se conserva para fabricar turrón.
Durante los siglos XV, XVI y XVII, el turrón se fabricaba no solo en Jijona sino también en Alicante ciudad.
[9] El proceso de elaboración es auténticamente tradicional y, aunque las modernas maquinarias facilitan su producción industrial y garantizan una mayor calidad, el sector turronero sigue guiándose por la misma "receta" de siempre.
La pasta resultante se mezcla con grandes palas de madera y movimientos rítmicos hasta que el maestro turronero prueba un pequeño bocado y da por concluida esta fase, llamada "punto de melero".
Progresivamente se han ido creando nuevos sabores, por lo que, por ejemplo, en el mercado podemos encontrar turrones con los sabores siguientes: café, mousse de piña, mousse de limón, yogur, crema catalana, yema con cerezas, ron con pasas, yogur, etc.