Su nombre actual procede del francés "grillage" (tostado) y cuyo nombre en francés fue popularizado en Aragón a partir del siglo XIX.
Aunque como en muchas recetas tradicionales muy extendidas pueden encontrarse variaciones locales en las recetas, su preparación básica consiste en fundir azúcar con agua hasta formar una pasta de caramelo a la que se añaden almendras.
En Aragón se le suele añadir piñones o anisetes.
El guirlache se usa tanto como dulce navideño o de todo tiempo así como para realizar construcciones sobre tartas o de ingrediente en otros postres.
Debido a su composición resulta un alimento hipercalórico, desaconsejado en caso de padecer algunos trastornos como diabetes, estreñimiento u obesidad.