En un segundo nivel de apreciación, la teoría puede explicar mediante el análisis y la percepción, las técnicas empleadas en la composición musical.
Por ello, los teóricos suelen describir el tono como una sensación subjetiva más que una medida objetiva del sonido.
Esta asignación es algo arbitraria; por ejemplo, en la Francia de 1859, el mismo La estaba afinado a 435 Hz.
Estas diferencias pueden tener un efecto notable en el timbre de los instrumentos y otros fenómenos.
Por ello, en la interpretación histórica de la música antigua, la afinación suele ajustarse a la utilizada en la época en que se escribió.
En la cultura occidental, han existido durante mucho tiempo varios sistemas de afinación que compiten entre sí, todos con diferentes cualidades.
A nivel internacional, el sistema conocido como temperamento igual es el más utilizado hoy en día porque se considera el compromiso más satisfactorio que permite que los instrumentos de afinación fija (por ejemplo, el piano) suenen aceptablemente afinados en todas las teclas.
A medida que la música avanza, los tonos utilizados pueden cambiar e introducir una escala diferente.
Durante el período barroco, las asociaciones emocionales con claves específicas, conocidas como la doctrina de los afectos, fueron un tema importante en la teoría musical, pero las coloraciones tonales únicas de las claves que dieron lugar a esa doctrina fueron borradas en gran medida con la adopción del temperamento igual.
La disonancia (o discordia) es lo contrario, ya que parece incompleta y "quiere" resolverse en un intervalo consonante.
En el período de la práctica común, la cuarta perfecta se considera disonante cuando no está apoyada por una tercera o quinta inferior.
El metro mide la música en agrupaciones regulares de pulsos, llamadas medidas o compases.
Las descripciones mayor, menor, aumentada y disminuida a veces se denominan colectivamente calidad de los acordes.
En muchos tipos de música, sobre todo en la barroca, la romántica, la moderna y el jazz, los acordes se suelen aumentar con "tensiones".
Una tensión es un miembro adicional del acorde que crea un intervalo relativamente disonante en relación con el bajo.
[32] El timbre, a veces llamado "color", o "color del tono", es el fenómeno principal que nos permite distinguir un instrumento de otro cuando ambos tocan al mismo tono y volumen, una cualidad de una voz o instrumento que a menudo se describe con términos como brillante, apagado, estridente, etc.
Tiene un gran interés en la teoría musical, sobre todo porque es un componente de la música que todavía no tiene una nomenclatura estandarizada.
El timbre está determinado principalmente por dos cosas: (1) el equilibrio relativo de los sobretonos producidos por un instrumento dado debido a su construcción (por ejemplo, forma, material), y (2) la envoltura del sonido (incluyendo los cambios en la estructura de los sobretonos con el tiempo).
La notación musical especifica con frecuencia la alteración del timbre mediante cambios en la técnica de sonido, el volumen, el acento y otros medios.
Estos se indican de diversas maneras mediante instrucciones simbólicas y verbales.
Por ejemplo, la palabra dolce (dulcemente) indica un timbre no específico, pero comúnmente entendido como suave y "dulce".
Sul tasto indica a un músico de cuerda que se incline cerca o por encima del diapasón para producir un sonido menos brillante.
Cuivre indica a un músico de metal que produzca un sonido forzado y estridente.
El rango completo de estas marcas suele oscilar entre un pianississimo casi inaudible (pppp) y un fortississimo muy fuerte (ffff).
La forma en que un intérprete decide ejecutar una determinada articulación suele basarse en el contexto de la pieza o frase, pero muchos símbolos de articulación e instrucciones verbales dependen del instrumento y del período musical (por ejemplo, viola, viento; clásico, barroco; etc.).
En música, la textura es la forma en que se combinan los materiales melódica, ritmo y armónica en una composición, determinando así la calidad general del sonido de una pieza.
El grosor también se ve afectado por el número y la riqueza de los instrumentos que tocan la pieza.
La notación tradicional occidental evolucionó durante la Edad Media y sigue siendo un área de experimentación e innovación.
[49] El lenguaje hablado y signos de mano también se utilizan para representar simbólicamente la música, principalmente en la enseñanza.
Las instrucciones verbales del director suelen utilizarse para indicar el tempo, la técnica y otros aspectos.