En los Grandes Premios previos al inicio del Campeonato Mundial, Ferrari se destacó como el mayor competidor a la hegemonía impuesta por Alfa Romeo en la temporada anterior al vencer cuatro de estos GG.PP.
La temporada comenzó como acabó la anterior, con una victoria de los Alfa Romeo en el primer Gran Premio de la temporada, y así continuó durante la primera mitad del campeonato.
Sin embargo, a medida que transcurría el campeonato el Ferrari ganaba competitividad con su motor atmosférico de 4.5 litros frente al estancamiento del desarrollo del Alfa.
[1] Ya en la segunda mitad del campeonato se descubrieron las carencias del motor Alfa, especialmente su excesivo consumo de combustible, cuando en el GP de Gran Bretaña los Alfa se vieron obligados a parar dos veces en boxes para repostar, sirviendo en bandeja la victoria al Ferrari de José Froilán González, que se convertía así en el primer constructor que vencía a Alfa Romeo en suelo europeo.
[1] En ese mismo Gran Premio debuta en la competición BRM con su potente y ruidoso motor V16, que se demostró como un fiasco tras una paúperrima actuación durante la clasificación del GP de Italia.