Ascari murió al chocar probando un sport prototipo en el Autodromo Nazionale Monza, cuya curva hoy lleva su nombre.
Su carrera deportiva en el automovilismo se vio interrumpida por la Segunda Guerra Mundial, tras la cual disputó los Grandes Premios al mando de un Maserati.
Ascari obtuvo su primera victoria en un Gran Premio en San Remo (Italia) en 1948, y al año siguiente lograría otro primer puesto con la misma escudería.
Ascari fue el único europeo que tomó parte del evento ese día, pero su participación se terminó tras 40 vueltas de carrera.
La temporada 1955 empezó para Ascari como piloto oficial de la Scuderia Lancia en forma similar a la anterior, con dos abandonos.
El segundo de ellos se produjo tras un espectacular accidente en Mónaco, en el cual impactó contra un sector del puerto tras fallar en una chicana.
Un sector del Autódromo Oscar y Juan Gálvez de Argentina, también homenajea su memoria, siendo bautizado como Chicana Ascari.