[3] Se organizó una reunión entre Federico I y Sofía Luisa en Ilosenthal, adonde ella fue acompañada por su madre.
Sin embargo, poco antes de la boda, se le comunicó al rey que su nuera estaba embarazada, y él contestó que si lo hubiera sabido antes, no se habría casado otra vez, lo cual causó tensión en las celebraciones.
[5] Sofía Luisa no desempeñó bien su papel de reina en una corte en donde la ceremonia y la representación eran muy importantes.
[6] Debido a todo esto, Sofía Luisa no hizo ningún amigo en su nueva corte, y su única confidente era la dama de compañía que trajo consigo desde Mecklemburgo, Eleonore von Grävenitz, hermana de Guillermina von Grävenitz, quien se convirtió en su favorita y consejera.
Entró en conflicto con la Condesa Catharina von Wartenberg, quien era la esposa del conde Johann Kasimir Kolbe von Wartenberg, el primer ministro de Prusia, así como también la amante del rey.
[7] La reina se quejó con el rey, quien ordenó que la condesa von Wartenberg se disculpase, a lo que ésta aceptó, aunque al final logró evitar hacerlo.
[8] Durante la larga enfermedad del rey, la cual meses después finalmente causó su muerte, ocurrió un incidente que hizo que el rey se diera cuenta del estado mental de la reina.
Una noche Sofía Luisa, vestida solamente con un camisón blanco y con el cabello suelto, corrió por la galería que conectaba sus aposentos con los de su marido, se estrelló contra la puerta de vidrio de la habitación del rey y, ensangrentada por las heridas que le provocó el cristal roto, atacó a Federico mientras le reprochaba a gritos.
Sophienkirche, una iglesia protestante en Berlín, fue nombrada así en honor a Sofía Luisa.