Asedio de Mesolongi

La Sublime Puerta (nombre dado en ocasiones al Gobierno del Imperio otomano) había tenido que movilizar todo un ejército en torno a Ioánina para hacerle frente.[2]​ El sultán había enviado a Jursit bajá, entonces gobernador del Peloponeso, al frente de sus tropas para aplastar la rebelión.Para los patriotas griegos organizados en la Filikí Etería y que preparaban el alzamiento nacional desde el final del siglo XVIII[4]​ la rebelión de Alí bajá favorecía sus planes, ya que habría potencialmente menos de soldados otomanos disponibles para reprimir su levantamiento.Las islas Jónicas cerraban el golfo de Corinto, en cuya entrada se encuentran tanto Mesolongi como Patras.A partir de entonces, los otomanos pudieron concentran sus fuerzas contra los insurgentes griegos, en el sur y en Epiro.Después de firmar una capitulación en agosto, los suliotas pasaron a Cefalonia en septiembre, en buques británicos.Los griegos decidieron evacuar Etolia, abandonar las posesiones y quemar tanto las granjas como las cosechas, para que no se adueñasen de ellas los otomanos.Entre los soldados de la Sublime Puerta, se encontraban los albaneses musulmanes, considerados como las tropas selectas que aún continuaban invictas.Además, los soldados albaneses reclutados por Omer Vrioni, que no habían recibido su paga, se negaban a combatir.Esperaba que los asediados, ocupados en la fiesta religiosa, bajarían la guardia, facilitando la maniobra de los atacantes.Les ayudaban pequeñas bandas de pallikares que habían conseguido alcanzar Mesolongi por tierra.A pesar de los dos mil proyectiles que lanzó contra la localidad, Anatolikon sufrió escasos daños.Los bajeles griegos lograban abrirse camino en las aguas someras de la bahía, allá donde los navíos otomanos no podían aventurarse.En marzo de 1825, los otomanos asediaron nuevamente la ciudad que tan importante era para los dos enemigos por su posición geográfica.El sultán había enviado a su mejor general,[29]​ Rachid bajá, conocido como Kioutagi, que había participado ya en el primer sitio, a quien se cree que amenazó diciendo: «¡O Mesolongi o tu cabeza!».Sin experiencia militar, habían delegado el mando en los diversos capitanes, que se reunían todos los días acordar los planes defensivos.No obstante, el mando principal de la plaza lo tenía Notis Botsaris,[29]​ que los coordinaba.El filoheleno suizo Johann Jacob Mayer publicaba en la ciudad una gaceta para mantener la moral de los habitantes.Las brechas abiertas por los zapadores otomanos las cerraban la noche siguiente los civiles griegos, a los que se había confiado esta tarea (mujeres, niños y ancianos).Los defensores se contentaron con enviar alcohol a los otomanos, indicando que era para darles arrestos, porque les sería difícil tomar la ciudad.Hacía falta escoger: pagar a los marineros para que transportasen los víveres desde Hidra o comprar la carga.; Ibrahim bajá perdonó la vida a los defensores, con la esperanza de que Mesolongi siguiera el ejemplo del fuerte.Entre ellas, se hallaba el tercer grupo, que reunía a cinco mil ancianos, mujeres y niños, también armados.[42]​ Chocaron con las diferentes obras erigidas por los otomanos precisamente para estorbar toda salida de los defensores.[43]​ Cuando cargó la caballería egipcia, la mayoría de los griegos entraron en pánico y se replegaron hacia la ciudad.[44]​[45]​ A la mañana del día siguiente, Domingo de Ramos, los turcos y egipcios entraron en la ciudad.Los griegos, dirigidos por Kapsalis, se volaron por los aires con sus reservas de pólvora, para evitar tener que rendirse.Su propaganda, por su calidad y cantidad, mantuvo vivo el interés occidental por la insurrección, pero también atizó la mala conciencia de los Gobiernos.Tras acudir a las Tullerías, lograron que Carlos X, saliese al balcón y prometiese ayudar los griegos.Francia, Rusia y el Reino Unido reconocieron la autonomía de Grecia, que quedaría vasalla del Imperio otomano.
El arzobispo de Patras , Germanos, bendiciendo a los insurgentes griegos.
La muerte de Markos Botsaris , por Filippo Marsigli.
La llegada de Byron a Mesolongi. Alexandros Mavrokordatos es el hombre con levita negra que lo recibe.
Plano de las fortificaciones después de 1824 y las trincheras de asedio turco-egipcias.
Ellinika chronika. El periódico de Mesolongi de J. J. Mayer, considerado el primero que apareció en Grecia.
Ibrahim bajá , principal responsable del cuarto y último cerco de Mesolongi , que acabó con su conquista.
La Salida de Missolonghi , de Theodoros P. Vryzakis . El intento de los sitiados de zafarse del cerco resultó un fracaso. Los otomanos, prevenidos, desbarataron el intento y apenas unos cientos de los griegos lograron su objetivo.
El incendio de las reservas de pólvora de Mesolongi. , de Theodoros P. Vryzakis. Los defensores griegos, una vez fracasado el intento de atravesar las líneas enemigas, se volaron por los aires con las últimas reservas de pólvora de la ciudad.