Enfurecido por la respuesta, volvió a detenerlo y mandó que lo encarcelaran en el castillo de Küssnacht.
Tell, desatado por los guardianes para que pudiera llevarlos a tierra, se hizo con el control del barco y logró llevarlo a la orilla, salvando así su vida y la de los demás ocupantes de la barca, entre los que se encontraba el propio Gessler.
Apenas desembarcado, Guillermo Tell huyó, tendió poco después una emboscada al gobernador y lo mató con su segunda flecha.
Hacia 1470 aparecen las primeras menciones en textos escritos suizos y se conoce la existencia de un drama en verso, en alemán, llamado Wilhem Tell, que fue refundido en 1545 por Jacob Ruof (1500-1558).
Sin embargo, no hay ninguna prueba contemporánea de que Tell ni Gessler existieran.
Tragedia política, escrita en 1923 durante unas vacaciones en el Tirol, una original reelaboración de la leyenda del héroe suizo.
Por su parte, Gioachino Rossini utilizó la obra de teatro, adaptada al francés por Victor Étienne y por Hippolyte Bis a partir del texto de Schiller, para componer la ópera que lleva el mismo nombre en 1829, que se estrenó en París.
Aquí, no es ya un héroe de la libertad, sino un campesino cerril y tozudo, empeñado en hacer algo –disparar la ballesta– que nadie le exige.