Simón Radowitzky

[1]​[2]​ Indultado tras 21 años, abandonó la Argentina y luchó en el bando republicano durante la guerra civil española.

Abandonó los estudios a los 10 años para iniciar su aprendizaje como herrero; la hija de su maestro fue quien lo inició en el anarquismo.

Cuatro años más tarde, ingresó como jornalero en una metalúrgica; en una manifestación reclamando una reducción en la jornada laboral, fue herido por un sable cosaco, que lo confinó en cama durante seis meses.

Tras la represión zarista, debió exiliarse en Argentina para no ser condenado a prisión en Siberia.

Se trasladó a Buenos Aires, donde residiría con algunos de estos mientras ejercía como herrero y mecánico.

[5]​ En el juicio, la imposibilidad de determinar la identidad del acusado causó dificultades, hasta que la embajada argentina en París facilitó los antecedentes obtenidos en Ucrania.

Sin embargo, su edad resultaba incierta; el fiscal ordenó pericias médicas que le daban entre 20 y 25 años.

Se le añadió, como castigo adicional, la reclusión solitaria a pan y agua durante veinte días cada año, en el aniversario del atentado.

La costumbre de encerrar allí a anarquistas y otros presos políticos se haría más frecuente con los años.

En la prisión se le denegaron los pocos derechos concedidos a los restantes presidiarios; como única lectura se le permitía la Biblia, y fue sometido a malos tratos y torturas al liderar al resto de los reclusos en huelgas de hambre en protesta por las malas condiciones del penal.

La ayuda de las agrupaciones anarquistas uruguayas le permite, finalmente, sortear las trabas burocráticas y desembarcar.

Con el inicio de la guerra civil española, Radowitzky decidió sumarse a las Brigadas Internacionales.

Tras la victoria del bando franquista, atravesó los Pirineos y fue internado en el campo de Saint Cyprien.

Su epitafio reza: "Aquí reposa un hombre que luchó toda su vida por la libertad y la justicia social".

Coche en el que viajaba el Jefe de Policía Ramón Falcón, destruido por la bomba de Radowitzky.
Radowitzky queda en libertad.
Imagen de Simón Radowitzky.