Semión Krivoshéin

Después del final de la guerra civil, en 1921, Krivoshéin se quedó en el ejército.

En 1936 se ofreció como voluntario para luchar en España al lado de los republicanos y en contra de los sublevados del General Francisco Franco, que fue apoyado durante la Guerra Civil Española tanto por la Italia fascista como por la Alemania nazi.

Las negociaciones de Stalin sobre la no-agresión y un entendimiento mutuo entre las diplomacias de Alemania y la URSS se habían dirigido tácitamente, a través del Protocolo Adicional Secreto del Pacto así como el Tratado Germano-Soviético de Amistad, Cooperación y Demarcación, a retomar lo que había sido conseguido por Polonia gracias al Tratado de Riga durante la Guerra Civil Rusa en 1921.

Los polacos ya estaban luchando contra la previa invasión alemana desde el 1 de septiembre.

La campaña transcurrió relativamente sin problemas para las tropas hasta el encuentro con los alemanes en Brest-Litovsk.

Debido a su rápido avance, el ejército alemán había ocupado algunos elementos más allá de la línea de demarcación de las fuerzas alemanas acordada entre los alemanes y los soviéticos, llevando a encontrarse cara a cara los dos ejércitos, uno contra el otro, al este del río Bug Meridional.

[2]​ Al penetrar en la región de Bug, hacia la ciudad de Brest-Litovsk, Krivoshéin se encuentra con que las tropas alemanas ya habían ocupado la ciudad adelantándose al avance del Ejército Rojo, siendo invitado por un grupo de oficiales alemanes a la sede alemana para compartir el desayuno con su comandante, el general Heinz Guderian.

Los efectivos militares de esta pequeña nación sorprendieron a los agresores con su inflexible determinación, pero Krivoshéin luchó con distinción y su promoción fue rápida.

Él y Katukov fueron los mejores estrategas en la defensa de las fuerzas blindadas del Ejército Rojo.

Contra su cuerpo, los alemanes desplegaron sus poderosos tanques Tiger I, armados con cañones de 88 mm y con un alcance aproximadamente dos kilómetros.

Al final del día un reconocimiento aéreo alemán informó a Hoth: «Los rusos no se están quedando atrás.

Están ardiendo...» Al día siguiente, 8 de julio, Manstein y Hoth, en su desesperación, decidieron apostar por un nuevo ataque.

En virtud del masivo asalto alemán, Krivoshéin retiró su cuerpo a una nueva posición de defensa, sin embargo los alemanes no pudieron abrirse paso a través de su línea del frente.

Al final del día, Hoth, que había sufrido terribles pérdidas, se retiró.

Krivoshéin fue gravemente herido en la batalla y estuvo recuperándose durante varios meses.

Los alemanes sufrieron graves bajas tanto en hombres como en material, mientras que el avance soviético dejó aisladas a muchas de sus unidades en Breslau, Poznan, Pomerania y Prusia Oriental.

Krivoshéin había reducido las defensas alemanas fuertemente fortificadas y escalonadas en la crítica batalla de las Colinas de Seelow y se abrió paso hasta el edificio del Reichstag.

Sobre postal soviético de 1979 ilustrado con el retrato de Semión Krivoshéin