No obstante, la resistencia alemana obliga a que Kónev divida sus fuerzas y rodee la ciudad de Járkov.
El 17 de agosto los soviéticos toman Bogodújov, y cuando las tropas del general Vatutin intentan seguir su avance hacia el sur el día siguiente son finalmente repelidos por el contraataque alemán de la 11 División Panzer la División Grossdeutschland, la Das Reich y la Totenkopf, dirigido por el general Hyazinth Graf Strachwitz; las tropas de Vatutin retroceden.
Por esta situación, el mariscal Erich von Manstein pide a Hitler que se le permita al 4.º Ejército Panzer del general Hermann Hoth iniciar una retirada para evitar un cerco dentro de Járkov y ser destruido por los soviéticos.
Durante la guerra, Járkov había cambiado de manos por lo menos cuatro veces.
En Moscú se celebró la liberación de la ciudad con fuegos artificiales y disparos al aire.
De allí en adelante, el mariscal soviético Gueorgui Zhúkov la adoptaría entusiastamente, al notar que gracias a ese martilleo las defensas alemanas de Járkov y Bélgorod habían sido anuladas en poco tiempo.