Águeda de Catania

Según el hagiógrafo Santiago de la Vorágine en su obra La leyenda dorada, en tiempos de persecuciones contra los cristianos, decretadas por el emperador Decio, el procónsul de Sicilia, Quintianus, rechazado en sus avances por la joven Águeda, que ya había ofrecido su virginidad a Jesucristo, en venganza por no conseguir sus placeres la envía a un lupanar, regentado por una mujer llamada Afrodisia, donde milagrosamente Águeda conserva su virginidad.

Además se dice que lanzó un gran grito de alegría al expirar, dando gracias a Dios.

Para el año 313 se quiso trasladar su cuerpo, al cual exhumaron, y con sorpresa lo encontraron incorrupto, el cual fue trasladado solemnemente a un templo como gran tesoro conocido actualmente como Sant’ Agata la Vetere, mismo que hasta el año de 1040 la envió a Constantinopla como regalo al emperador, tanto el cuerpo de Santa Águeda como de Santa Lucía.

[2]​ También se recurre a ella con los males de los pechos, partos difíciles y problemas con la lactancia.

Se la ha representado en el martirio, colgada cabeza abajo, con el verdugo armado de tenazas y retorciendo su seno.

La fiesta de Santa Águeda de Catania a principios de febrero es una de las más grandes de Sicilia.
San Pedro curando a Águeda , obra del caravaggista Giovanni Lanfranco , ca. 1614
Recopilación de coplas de Santa Aguda recogida por Euskal Herriko Ahotsak (Voces de Euskal Herria). [ 7 ] [ 8 ]