Si la antorcha está hecha de azufre mezclado con cal, el fuego no disminuirá tras haber sido introducida en agua.
La tradición de la antorcha transportada en relevo por atletas a campo traviesa es usada para iluminar la Llama Olímpica, la cual arde sin interrupción hasta los siguientes Juegos Olímpicos.
También como símbolo de solemnidad (y por la pureza que representa la figura del fuego), algunos cultos religiosos, como la Iglesia católica, la Anglicana y la Luterana usan antorchas en algunas de sus celebraciones litúrgicas, comúnmente consistentes en una vara de metal dorado en cuyo ápice se clava una vela o cirio.
[1] Uno de los instrumentos más comunes usados por los malabaristas en sus rutinas son las antorchas ardientes.
Los dos tipos más comunes de materiales utilizados en estas mechas son el kevlar y el algodón.