Se trata de un municipio hispanófono, en el que el español cuenta con el predominio lingüístico reconocido legalmente.
El relieve del término municipal es predominantemente llano, pero cuenta con algunos accidentes montañosos destacables, como la sierra de la Bicuerca por el este, cuyas alturas principales en el territorio son el cerro Cardete (1129 m) y Alto de las Majuelas (1108 m).
El pueblo se alza a una altitud de 903 m sobre el nivel del mar.
En época romana fue objeto de una importante colonización cerealista, habiéndose hallado cuatro villas rústicas esparcidas por el núcleo y los alrededores: Cañada del Carrascal, Cuesta Colorá, Hoya de Barea y La Balsa.
Se conserva la práctica totalidad del entramado urbano, entre cuyos edificios destacó la mezquita.
Se lo ha relacionado con el robledal de Corpes, en que fueron ultrajadas las hijas del Cid, así como con el Calderrobles en donde en 1177 debía haber librado batalla Alfonso VIII contra los musulmanes.
Sin embargo, los primeros testimonios fiables son ya del siglo XIV, cuando consistía en un pequeño caserío ligado a las dehesas y carrascales que poseía allí el Concejo de Requena, de cuyo término formó parte hasta finales del siglo XVIII.
En 1782 consiguió la segregación con respecto a Requena y la delimitación de un término propio.
La estación pronto se convirtió en punto de atracción para algunas industrias y bodegas, revitalizando así la economía.
[6] La antigua laguna se ha venido desecando en la década de 1970, habiéndose construido en su entorno varias instalaciones deportivas.
[6] En el siglo XVIII Camporrobles consistía en un caserío bastante compacto que se extendía al poniente de la laguna.
Por la parte meridional también se había producido un pequeño ensanche, formándose la calle de la Tejería.
[6] Camporrobles es gobernado por una corporación local formada por concejales elegidos cada cuatro años por sufragio universal que a su vez eligen un alcalde.