Renio

[1]​[3]​ El descubrimiento del renio se le atribuye a los científicos alemanes Ida Eva Tacke, Walter Karl Friedich Noddack y Otto Carl Berg, debido a que en 1925 publicaron que lo habían detectado en minerales de tantalita, wolframita y columbita mediante análisis espectrográficos con rayos X, en las cercanías del Rin —de donde deriva su nombre en latín—.

[11]​[12]​ En 1971 Chile abrió las puertas a su propia industria metalúrgica, que trabajaba principalmente con el renio.

[14]​ En 2005, la NASA afirmó haber descubierto que el renio contribuyó a la creación del sistema solar.

[16]​ Otros países involucrados en la producción de renio son Estados Unidos, Armenia, Canadá, Perú y Rusia.

La segunda manera es la reducción de perrenato amónico (NH4ReO4) con hidrógeno a una temperatura muy alta.

[17]​ Es uno de los elementos más escasos en la corteza terrestre, concretamente el número 79 en abundancia.

[17]​ Recientemente científicos chilenos han desarrollado un compuesto derivado del renio que ataca a las células cancerosas, pasando a ser utilizado en medicina para el diagnóstico y tratamiento del cáncer.

[28]​[29]​ Por otra parte, este elemento forma dos sulfuros muy conocidos completamente diferenciados: Re2S7 y ReS2.

Las sales solubles que contienen este elemento, como perrenatos y haluros, sí pueden ser peligrosas.

[35]​ En algunos casos, al ser un elemento radionucleido, manifiesta radiación de partículas alfa y rayos X.

[7]​[29]​ El impacto ambiental del renio se reduce a la expulsión de gases tóxicos en la industria una vez utilizado.

[29]​ Los compuestos de renio más peligrosos son el ReS7, que se inflama al contactar con el aire, y el hexametilrenio —quizás el más problemático ya que presenta un grave riesgo de explosión—.

Ida Tacke , una de los científicos que descubrieron el renio.
Distribución de los electrones , por nivel .