[3] Los dos países han disfrutado de estrechas relaciones militar, económica y políticamente, mientras se apoyan mutuamente en varios asuntos globales.
[4] En los años inmediatamente posteriores a la proclamación de la República Popular China (1949), la Unión Soviética se convirtió en su aliado más cercano.
Jruschov ridiculizó los fracasos del Gran Salto Adelante y el Movimiento de Comunas Populares.
[6] La división chino-soviética estuvo marcada por combates a pequeña escala en el Conflicto fronterizo sino-soviético en 1969.
Dado que la República Popular China ya no defendía la noción antirrevisionista de la contradicción antagónica entre clases, las relaciones entre los dos países se normalizaron gradualmente.
[22] Rusia buscaba luego controlar Manchuria para proteger Siberia y ampliar su cobertura sobre el océano Pacífico.
Estas tensiones desembocaron en 1969 en un enfrentamiento armado que causó centenares de muertes, en su mayoría chinas, pero no logró un nuevo trazado.
[24] En las décadas que siguieron, las relaciones quedaron muy tensas y la situación no evolucionó mucho hasta los años 1980.
[29] En su libro titulado El gran tablero de ajedrez: América y el resto del mundo (1997), describe a su país como la única potencia que tiene una supremacía incuestionable y simultánea en los cuatro más importantes dominios (militar, económico, tecnológico, y cultural), ya que luego de disolución de la Unión Soviética, Rusia no logró cubrir la laguna dejada por el gigante socialista desaparecido.
[30] Sin embargo, ya en los años 2010, Brzezinski pasó ha mostrarse partidario del orden tripolar con Estados Unidos, Rusia y China como solución a la supuesta anarquía en relaciones internacionales, como consecuencia de la decadencia de los Estados Unidos.
Los tres principales poderes dominantes podrían de esta forma cooperar para lograr la estabilidad global.
[31] Según esta visión, Estados Unidos ya no tiene las condiciones que tuvo antes de imponer fácilmente su unilateralismo mundial.
[34][35] Tal es el caso del analista Timothy Garton Ash quien en 2020 aseguró que los Estados Unidos solamente podían aspirar a ser “un país líder en una red poshegemónica de democracias... he dicho un, no el país líder”.
Garton Ash resaltó la “diferencia importante con el principio de este siglo, cuando la hiperpotencia estadounidense parecía dominar el planeta como un coloso”.
[36] Sylvain Allemand y Jean-Claude Ruano-Borbalan por su parte, opinaban en 2008 que Estados Unidos no buscaba ni busca dominar intencionalmente al mundo, sino simplemente lo que por encima de todo quiere es proteger sus intereses y preservar su seguridad.
La globalización, al inicio promovida por occidente, era a su juicio aprovechada por China mientras Estados Unidos y Europa resienten sus efectos negativos con consecuencias (por ejemplo el Brexit).
Por último, el autor consideraba que desde China también se promovía el multilateralismo como solución a los problemas de la gobernanza global.
[52][53]De ellos sólo 4 países se incorporaron al grupo Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán.
[56]Los siguientes 13 países fueron aceptados como Estados miembros asociados: Argelia, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Turquía, Uganda, Uzbekistán y Vietnam.
[58]Aunque al final, Javier Milei, presidente de Argentina rechazó la entrada del país en el grupo.
Como puede verse en los datos, Rusia mantiene un balance positivo en sus relaciones comerciales con Taiwán gracias al petróleo crudo, hierro y acero fundido, metales no ferrosos, productos petroquímicos, ferroaleaciones, carbón coquizable, madera y fertilizantes químicos.