[11][12][13][14] Estas medidas han sido denominadas por algunas organizaciones de derechos humanos, activistas, académicos y funcionarios gubernamentales como «genocidio uigur».
[15][16] Las tensiones continúan en la región debido a las aspiraciones independentistas de los uigures y a lo que Amnistía Internacional y Human Rights Watch describen como represión por parte de la cultura Han.
Algunos expertos estiman que 194 000 personas pudieron morir por la exposición a la radiación.
Desde 1991, la industria médica china ha estado extrayendo órganos vitales a prisioneros uigures con vida.
Las autoridades locales calificaron los disturbios como los peores desde la fundación de la Nueva China, en 1949.