Transición demográfica

Aunque esta teoría, en principio y en lo fundamental, tenía básicamente como propósito dar cuenta de los cambios demográficos provocados por la revolución industrial, su utilización, aunque con críticas y limitaciones, tiene en muchos sentidos, vigencia aún hoy día, ya que puede señalarse e interpretarse que ha constituido un paradigma en la demografía de buena parte del siglo XX.Autores como Simon Szreter, apoyándose en los planteamientos de Dennis Hodgson, consideran que existen dos períodos muy distintos e incluso contradictorios en la Teoría de la Transición Demográfica (TTD): el primero constituye lo que se conoce como la teoría clásica de la TTD y es anterior a los años 1950, el segundo se corresponde con planteamientos más institucionales y posteriores que pretenden corregir ciertos postulados que se habían comprobado erróneos acerca de que el control o reducción del crecimiento de la población era fruto del desarrollo económico y social —en este sentido, en Francia y ciertas regiones de Europa del Este la relación fue justamente la inversa—.[7]​ No debe confundirse con el término revolución blanca, que se da a distintos conceptos políticos.Este estado es el que ha caracterizado la historia de la humanidad desde sus orígenes hasta el siglo XVIII.A modo de ejemplo: en la Edad Media y la Edad Moderna las tasas de natalidad y mortalidad se situaban cerca del 40 ‰ o 50 ‰, es decir, nacían muchos niños pero, al mismo tiempo, la mortalidad era muy elevada incluso en los años ordinarios (por la inseguridad vital, la deficiente alimentación, higiene, sanidad, etc.), y mucho más en los años de mortalidad catastrófica suscitada por una coyuntura de crisis (mortalidad provocada por guerras, hambrunas o epidemias).El crecimiento vegetativo es reducido, pero positivo en los años normales, mientras que las variaciones cíclicas ligadas a la mortalidad catastrófica de los años críticos hacen disminuir drásticamente la población; con lo que a largo plazo la población no suele crecer mucho.En esas circunstancias el crecimiento natural puede llegar a ser negativo, como ha ocurrido en los países de Europa Central.Así en los países más desarrollados de Europa Occidental, como Alemania e Italia, el crecimiento natural negativo se ha compensado con cifras positivas del saldo migratorio, produciendo un estancamiento de la población.África es el único continente donde las natalidades aún son altas y las mortalidades cada vez más bajas, además la diferencia entre la natalidad y mortalidad sigue creciendo, como consecuencia la población de África Subsahariana va a aumentar aceleradamente hasta 2050 o si es posible un tiempo más.Noráfrica y el Mediterráneo las tasas de natalidades no bajaron hasta los 1990 y las mortalidades llevaban un buen tiempo bajas, por eso hay una marcada diferencia entre jóvenes y adultos-jóvenes, mientras que en Oceanía cada isla o país tiene su caso particular pero en Australia o Nueva Zelanda siguieron los pasos de las naciones europeas aunque tardíamente.De acuerdo con lo expuesto hasta aquí se pueden sacar algunas conclusiones: El término Segunda transición demográfica fue acuñado por Ron Lesthaeghe y D.J.
Transición demográfica : la población mundial ha crecido lentamente a lo largo de la historia, pero este crecimiento se ha particularmente acelerado en los últimos 200 años.
Gráfico sobre la transición demográfica.
Gráfica 1. Los 5 estadios en que se divide la transición demográfica. TN =Tasa de natalidad; TM =Tasa de mortalidad; CP =Población (esta variable no se mide con las unidades del eje vertical de este gráfico; y no debe leerse como crecimiento de la población ).