Debido a este gran beneficio frente a los estudios transversales, los estudios longitudinales ofrecen indicadores más precisos de los cambios en las sociedades estudiadas y además, su gran potencial permiten que sus consecuencias puedan aplicarse en otros campos de las ciencias sociales.
Así, por ejemplo permite saber cómo afecta a una sociedad la pobreza.
Con los estudios transversales, ésta y otras muchas situaciones no pueden conocerse.
Por tanto, los estudios longitudinales sacan consecuencias más claras que influirán en otros campos y posibilitarán, en su caso, tomar mejores decisiones.
[3] En general, en la medicina y en la psicología, los estudios longitudinales se utilizan para realizar investigaciones de carácter epidemiológico; tienen por objeto estudiar tendencias y cambios que se producen en la sociedad durante la vida de los individuos o a lo largo de varias generaciones.