A partir de este momento su carrera le iría aproximando al zar, hasta el momento en el que este casó a su hijo mayor, Teodoro (Fiódor), con la hermana de Borís, Irene.
Teodoro es considerado como un individuo débil mental, incapaz de gobernar y dedicado totalmente a la religión.
En el mismo momento es confinado en Úglich un segundo hijo del zar, zarévich Dmitri, nacido en 1581 del séptimo matrimonio de Iván, no reconocido por la jerarquía eclesiástica, y en estos momentos contando con tan sólo dos años.
A este momento le suceden tres años de control absoluto de Borís, que tiene un hijo al que llama Fiódor (Teodoro) Borísovich, en honor al zar.
Al morir Teodoro, el título pasa a su mujer Irene, que lo cede al patriarca Job, aliado de Borís, expresando su deseo de retirarse a la vida monástica en el Monasterio Novodévichi.
Cosechas extremadamente pobres, unidas a temperaturas nocturnas veraniegas a menudo bajo cero —ver hambruna de Rusia de 1601-1603[3]— provocaron que el hambre se generalizara, haciendo que mucha gente muriera por inanición.
Bajo la influencia de estos grandes nobles que se habían opuesto sin resultado a la elección de Godunov, el descontento general se transformó en hostilidad hacia él, viéndolo como un usurpador.
Hubo facciones en Polonia que vieron al falso Dimitri como un medio para extender su influencia a Rusia, o por lo menos llevarse alguna ganancia por su apoyo.
Aunque Polonia-Lituania no había declarado oficialmente la guerra a Rusia (su rey Segismundo III Vasa no estaba a favor de esta incursión), algunos poderosos magnates polacos decidieron apoyar al falso Dmitri con sus propias fuerzas y dinero, pensando en recoger buenas recompensas tras la intervención, al punto que el falso Dimitri estuvo prometido mediante un representante con Marina Mniszech hija del voivoda de Sandomierz, uno de los magnates polacos que patrocinaban su incursión.
El falso Dmitri hizo su entrada triunfal en Moscú el 20 de junio, visitó la tumba del zar Iván IV y luego se mostró ante su viuda, que afirmó reconocerlo como hijo suyo.
[4] Se estima que murieron 2.000 polacos a manos de Shuiski y sus hombres.
El cuerpo de Dmitri fue hecho pedazos, expuesto al público, quemado, y sus cenizas fueron finalmente disparadas por un cañón en dirección a Polonia.
Las tropas polaco-lituanas que cruzaron las fronteras rusas pusieron sitio a la fortaleza de Smolensk.
Los siete boyardos, que tomaron el poder entonces en Moscú, juraron fidelidad a Vladislao bajo la promesa de mantener la ortodoxia rusa y garantizarles ciertos privilegios.
De este modo, a las tropas polacas se les permitió entrar en Moscú y ocupar el Kremlin.
A Dictionary of Arts, Sciences, Literature, and General information (en inglés) (11.ª edición).