El interés británico se debió al crecimiento de las empresas establecidas en las colonias británicas del sur de Asia a principios del siglo XIX, así como al posterior interés en sostener el frente ruso y estimular el esfuerzo bélico estadounidense mediante al apoyo durante la Primera Guerra Mundial.[5] Además, redujo la corrupción subiendo los salarios de los jueces árabes y judíos[cita requerida].Las comunicaciones también se mejoraron gracias al tren y las líneas telegráficas[cita requerida].Herbert Samuel, que había participado en la Declaración Balfour, fue nombrado primer Alto Comisionado de Palestina.Durante la Primera Guerra Mundial, los británicos habían hecho dos promesas sobre sus territorios en Oriente Medio.Otros grupos minoritarios eran los drusos, sirios, sudaneses, caucásicos, egipcios, griegos y árabes del Hiyaz.La inmigración judía estaba controlada por la Histadrut, la cual seleccionaba a los aspirantes en función de su credo político.El olivo es particularmente importante, ya que puede producir durante más de 1000 años.La tensión se incrementó hasta desembocar en ocasiones en violentos disturbios, sobre todo en 1921, 1929 y en el período 1936-1939.En 1937, la Comisión Peel propuso una partición del territorio entre zonas árabes y judías, propuesta que fue rechazada por ambas partes.Los árabes sentían que estaban siendo marginados en su propia región, y por eso, además de protestas no violentas, llevaron a cabo acciones terroristas, asesinando a varios cientos de judíos.Los hombres de Husayni mataron más árabes que judíos, usando la revuelta como una excusa para enfrentarse a los clanes rivales.El Reino Unido puso restricciones a la adquisición judía de las tierras que quedaban, contradiciendo así la cláusula del Mandato que dice "la administración de Palestina debe permitir y promocionar, en cooperación con la Agencia Judía, el asentamiento de los judíos en la región, incluyendo en las tierras del Estado y las que no se compraron con fines públicos".Una restricción similar en 1931 hubiese supuesto una violación del mandato concedido por la Sociedad de Naciones, pero en 1939 esta organización era ya papel mojado.Algunos líderes árabes fueron más allá, especialmente cuando el Gran Muftí de Jerusalén, Amin al-Husayni (que por entonces había huido a Irak), optó por apoyar al gobierno alemán.Esto le llevó a establecerse durante un tiempo en Yugoslavia, ocupada por entonces por los nazis, reclutando musulmanes bosnios y albano-kosovares para las Waffen SS como voluntarios.En la Segunda Guerra Mundial, el Reino de Italia, que en 1940 había declarado la guerra al Reino Unido al lado de Alemania, lanzó varios ataques aéreos contra Palestina.Abraham Stern, líder del grupo armado judío Leji, junto con otros sionistas del mismo grupo, intentaron sin éxito convencer a los alemanes de que la inmigración a Palestina podría ser una "solución" para el "problema judío".El criminal de guerra nazi Adolf Eichmann visitó Palestina en 1937 y concluyó, posiblemente tras sus conversaciones con Husayni, que permitir la inmigración judía a Palestina no entraba dentro de la política nazi.Muchas de estas embarcaciones fueron interceptadas y otras hundidas, provocando grandes pérdidas humanas.La última embarcación con inmigrantes que intentó entrar en Palestina durante la guerra fue el barco Struma, que resultó torpedeado en el Mar Negro por un submarino soviético en febrero de 1942, gracias a los pactos de colaboración anglo-soviéticos.Se dice que este asesinato cambió la postura del primer ministro británico Winston Churchill, poniéndolo en contra de la causa sionista.Entonces las fuerzas judías que operaban en la sombra se unieron y llevaron a cabo varios ataques de represalia contra los británicos.Ninguna de las grandes potencias estaba representada, para conseguir que el Comité fuera más neutral.La primera sugería la creación de dos Estados independientes en la región, uno árabe y otro judío, dejando a Jerusalén bajo administración internacional.En 1949 se firmaron en la isla de Rodas una serie de armisticios entre Israel y los países árabes (basados en las victorias militares del novel Estado judío) que fueron reconocidos por la comunidad internacional y la misma ONU.[9] No hubo más censos, pero las estadísticas se conservaron registrando los nacimientos, las defunciones y la inmigración.
Carta de establecimiento del gobierno británico en Palestina.