Órdenes militares españolas

[1]​ La portuguesa Orden de Avis respondía a idénticas circunstancias, en el restante reino cristiano peninsular.Durante la Edad Media, al igual que en otros lugares de la cristiandad, en la península ibérica aparecieron órdenes militares autóctonas, que, si bien compartían muchas similitudes con otras órdenes internacionales, también presentaban peculiaridades propias, debido a las especiales circunstancias históricas peninsulares marcadas por el enfrentamiento entre musulmanes y cristianos.El maestre fue la máxima autoridad de la orden, con un poder casi absoluto, tanto en lo militar, como en lo político o en lo religioso.El capítulo general es una especie de asamblea representativa que controla toda la orden.Dado su doble carácter de instituciones militares y religiosas, en lo territorial las órdenes desarrollan una doble organización separada para cada una de estas esferas, aunque a veces no totalmente desligadas.Las fortalezas, que por cualquier tipo de causa no estaban bajo el mando del comendador, tenían a su frente un alcaide nombrado por aquel.La orden de Alcántara lo tuvo en la villa cacereña que le dio nombre.El mando del ejército lo ejercían las más altas dignidades de cada orden.La figura del alférez fue destacada en un principio, pero en la Baja Edad Media había desaparecido.El papel militar jugado por las órdenes militares fue muy importante pero además carácter repoblador, económico y social.Las órdenes recibieron grandes extensiones de terreno, cuya repoblación les reportó gran poder político y económico.Por otra parte, unas tierras improductivas resultaban inútiles, por lo que se preocuparon de su desarrollo económico.Las relaciones de las órdenes militares hispánicas con otros poderes e instituciones fueron diversas.En general gozaron del apoyo papal, pues constituían una base sólida para la reconquista y dependían directamente de su autoridad.Los papas otorgaron atribuciones episcopales a los priores de las órdenes en su pugna con los obispos, lo que les dio una gran independencia.Al principio los monarcas impulsaron las Órdenes porque llegaron a considerarlas el «florón más preciado» de sus coronas.Conscientes de sus enormes posibilidades en la tarea reconquistadora, y repobladora después, los reyes las fomentaron e introdujeron en sus respectivos reinos.A menudo el favor de los reyes también se manifestó en los numerosos pleitos que se plantearon con otros poderes, en los que generalmente los monarcas fallaron a favor de las órdenes.Sendos convenios de 1941 y 1946 con el Gobierno franquista procuran restablecer la normalidad.Pasan a ser organizaciones nobiliarias, honoríficas y religiosas, hasta la actualidad.El cargo de gran maestre pasó a Felipe VI tras su proclamación como rey de España en 2014, pasando a ser Juan Carlos I gran maestre Padre.
Cruces de las principales órdenes militares españolas.
De izquierda a derecha: Orden de Calatrava , Orden de Santiago y Orden de Alcántara en el Libro de órdenes de caballeros y condecoracionese honor de todas las naciones , 1858.
Escenas de la Reconquista por las Órdenes Militares. Monasterio de Uclés, Cuenca