Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas de España

Las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas son las normas que establecen el comportamiento, derechos y deberes del militar español, conformando un código deontológico, compendio de los principios éticos y reglas de comportamiento.La normativa militar mediante Reales Ordenanzas es de una larga tradición en los ejércitos españoles, constando ya desde el comienzo del Imperio español con las decretadas por los Reyes Católicos en 1503 y destacando las efectuadas por Carlos III en 1768 que estuvieron formalmente vigentes hasta 1978.Se describe como debe ser la colaboración con organismos nacionales e internacionales en las operaciones de evacuación y rescate (Capítulo V).[2]​ En el Título V, en su capítulo II se determinan las aptitudes a desarrollar del militar docente.[2]​ La normativa militar mediante Reales Ordenanzas es de una larga tradición en los ejércitos españoles.[7]​ Cuando la disciplina se resintió por los reveses del Imperio, Felipe IV en 1632 promulgó unas nuevas Ordenanzas.Mientras tanto, la Armada tenía las suyas propias,[8]​ como las promulgadas por Fernando VI, modificadas después en algún punto de su primera parte por Carlos IV.[12]​ Estas Ordenanzas se aplicaron también para la Armada, en lo que fuesen compatibles con las suyas propias, y posteriormente para el Ejército del Aire cuando fue creado.Desde la formación del ejército español en el siglo XV con los Reyes Católicos, éste estuvo subordinada al poder del rey, sin interferir en la política, hasta los cambios surgidos durante la Guerra de la Independencia Española de 1808.[13]​ A partir de entonces el pretorianismo en España fue constante durante los siglos XIX y XX.[18]​ En la Constitución de 1845 no se contempla la Milicia Nacional y sólo le concede un artículo a la fuerza militar.[21]​ En la Restauración borbónica se realizó la Constitución de 1876, en que es parca en menciones a la fuerza militar con un escueto «Título XII» de un solo artículo 88 en el que «las Cortes fijaran todos los años, a propuesta del Rey, la fuerza permanente de mar y tierra», con referencias en otros artículos y con tendencia al control por el rey en todo lo referente al Ejército (artículos 52 al 55) en contraposición al efectuado por las Cortes y el Gobierno.[29]​ Tras el fallecimiento de Francisco Franco en 1975, Juan Carlos I asumió la jefatura del Estado y se inició la transición española.La Segunda Disposición Final fue controvertida ya que autorizaba al gobierno a desarrollar las normas para el ejercicio de los derechos y deberes en el plazo de tres meses desde la entrada en vigor.Sin embargo las mismas fueron preconstitucionales pues fueron sancionadas por el rey Juan Carlos I, un día antes que la Constitución Española que lo fue el 29 de diciembre, aunque entraron en vigor con posterioridad, siendo la primera ley en ser promulgada tras la entrada en vigor de la Constitución.Es prolífica en la enunciación de principios, valores e ideales con escasa carga jurídico-normativa, confiando su garantía en los planos penal y disciplinario por el Código Penal Militar y la Ley de Régimen Disciplinario.Las Reales Ordenanzas fue la primera ley en ser promulgada tras entrar en vigor a Constitución y se redactó con intención de que fuese duradera y con la pretensión de no precisar legislar un Estatuto Militar como ocurre en otros países occidentales.En este se sustituía el antiguo principio de obediencia ciega introduciendo la corresponsabilidad con quien ordena, para quien obedezca cuando lo que se manda sea manifiestamente delictivo o contrario a los usos de la guerra, aunque posteriormente la actuación fuese revisable en vía penal o disciplinaria.
En las Reales Ordenanzas de 2009 se recogen códigos de conducta en las operaciones realizadas en el exterior por las Fuerzas Armadas españolas. En la imagen un operativo en Herat ( Afganistán ) en el 2006.
Los Tercios españoles , cuando se tomó Breda en 1625, se regían por las Reales Ordenanzas realizadas en 1568. Posteriormente Velázquez la recreó en « La rendición de Breda ».
Con Carlos III se realizaron en 1768 las más longevas Reales Ordenanzas , ya que se mantuvieron formalmente vigentes hasta 1978.
Con el parte firmado por Francisco Franco del final de la guerra civil española comenzaba un largo periodo de control militar de las instituciones españolas.
Las Reales Ordenanzas de 1978 quedaron subordinadas a la Constitución y ambas fueron tramitadas simultáneamente.