Ha sido calificado de "el más fino y delicioso Evangelio ilustrado conocido".[18][19][20][21][22] El estilo, hispanoflamenco, se caracteriza por su minuciosidad y detallismo, acentuado por las pequeñas dimensiones y la habilidad de los pintores, que aprovechan las posibilidades miniaturistas de la técnica del óleo.Todas las superficies se tratan con esmero (ropajes, arquitecturas, y paisajes -particularmente los celajes-).Para Carl Justi estas pinturas representan "la luz pura y aérea de las mesetas españolas".Por orden cronológico (los primeros estudios son citados de forma recurrente en la bibliografía posterior):[25]