En ese momento, Satanás se acercó a Jesús y trató de tentarlo.
Marcos las describe más brevemente y enseguida empieza a exponer la actividad pública, para la que Jesús se había preparado en el desierto.
En estos relatos, Jesús es llevado al desierto después de su bautismo y se enfrenta a diversas tentaciones por parte del diablo.
Este período de preparación espiritual, que duró cuarenta días, simboliza la renovación interior y la resistencia a las tentaciones.
[13]La conexión entre la Cuaresma en la Iglesia, que incluye prácticas penitenciales durante la Cuaresma, para que la austeridad penitencial de estos días ayude en el combate cristiano contra las fuerzas del mal.
Los israelitas cayeron en la tentación: murmuraron contra Dios al sentir hambre,[15] pidieron un milagro cuando les faltó el agua,[16] adoraron a un becerro de oro[17] Jesús, en cambio, vence la tentación y, al vencerla, manifiesta la forma que tiene de ser Mesías: no como quien busca el prestigio personal, o una vistoria ante los hombres, sino con el cumplimiento esforzado de la voluntad de Dios manifestada en las Escrituras.
Por ejemplo, en Génesis 12,1, "Dios tentó a Abraham", y en Juan 6,6, "Esto [Jesús] dijo tentando [a Felipe]", las expresiones deben tomarse en el sentido de probar o intentar probar.
La causa principal de la tentación es Satanás, "el tentador", empeñado en la ruina eterna del hombre.
Dios no permite que el hombre sea tentado más allá de sus fuerzas.
Jesús utilizó las Sagradas Escrituras para resistir a todas esas tentaciones.
El astuto seductor quiso así cambiar una humilde y sumisa confianza en la misericordia de Dios por una orgullosa presunción.
Había seducido al primer hombre incitándole a estas tres malas pasiones.
Las palabras: "Se os abrirán los ojos" eran una tentación al orgullo, mientras que las palabras: "Seréis como Dioses" eran una inducción a la concupiscencia de los ojos, y un deseo de poder y gloria.
[32] A veces la narración de la tentación se toma como una parábola, leyendo que Jesús en su ministerio contó esta narración a las audiencias relatando su experiencia interior en forma de parábola.
[33] O es autobiográfico,[34] con respecto a qué clase de Mesías pretendía ser Jesús.
[38] La interpretación católica es que la tentación de Cristo fue un acontecimiento literal y físico.
Sin embargo, algunos autores han identificado un paralelismo en el Evangelio de Juan.
"[44] Quarantine es una novela de Jim Crace con siete personajes en el desierto, ayunando y rezando, e incluye a Jesús como miembro periférico del reparto.
1961, Nicholas Ray), El Evangelio según san Mateo (Italia 1964, dirigida por Pier Paolo Pasolini), La historia más grande jamás contada (EE. UU.
1979, Peter Sykes y John Krish), La última tentación de Cristo (EE. UU.