Los devas que estaban observando y/o acompañado a Siddhartha, como Maha Brahma, Sakka, Mahakala, entre otros, huyeron de ese lugar al ver este gran ejército.
Así Siddhartha se enfrentó solo a Mara y su ejército refugiándose en los diez paramitas que había entrenado durante mucho tiempo; siendo así infructuosos todos los esfuerzos de Mara y su ejército (incluido las fuertes lluvias acompañadas de fuertes vientos y truenos que rugían constantemente, seguidos por otras horribles vistas para intimidar).
Luego Siddhartha pidió a la tierra que diera testimonio de sus actos, y fue así como Girimekhala cayó arrodillado frente al Buda.
Las tres hijas de Mara se identifican como Taṇhā (sed), Arati (aversión, descontento) y Rāga (apego, deseo, codicia, pasión).
Según esta la historia, Upagupta viajó al reino de Mathura y predicó el Dharma con gran éxito.
Por recomendación de Upagupta, juró nunca dañar el Dharma y se refugió en las Tres Joyas.