En cambio otras escuelas lo ven como estados de la mente, que pueden intercambiarse debido a influencias internas y externas.
El concepto también está presente en la mitología budista y consiste en cuatro estados superiores que representan el concepto de la Tierra pura y seis inferiores correspondientes a los Seis reinos del samsara.
En la tradición del budismo Mahāyāna, los cuatro estados nobles en el ser son: aprendizaje, comprensión, bodhisattva y budeidad.
Este estado se caracteriza por buscar la verdad a través de fuentes externas, como textos y personas.
En este estado, la persona está atormentada por la poca habilidad y la lentitud existente para conseguir los objetivos incluso cuando consigue satisfacer sus deseos.
En este estado, la persona no dudará en realizar cualquier tipo de actos para conseguir algo personal.
El que lo experimenta es esclavo de sus desilusiones, viéndose más importante y superior a los demás.
A diferencia de la verdadera felicidad conseguida con la budeidad, este estado es temporal y, como la humanidad, fácilmente destructible con un pequeño cambio en las circunstancias.
Una persona inevitablemente descenderá a un reino inferior una vez que esta felicidad temporal desaparezca.
Todo ello está a su vez gobernado por el karma según las elecciones que se hacen durante la vida.