Nicolás Bravo

Guerrero valeroso y magnánimo con el enemigo, se cuenta de él un episodio que lo destaca como un hombre de gran moral y valor: En San Agustín Del Palmar se entera de que el ejército realista bajo las órdenes de Félix María Calleja del Rey logró capturar a su padre, don Leonardo Bravo y que a cambio de liberarlo, el virrey Francisco Javier Venegas le exigía abandonar la lucha y al ejército insurgente; en caso contrario, se ejecutaría al prisionero.

José María Morelos, su superior, dispuso al saber del destino fatal de don Leonardo Bravo que, en represalia, fueran ejecutados los prisioneros; pero Bravo, dando ejemplo de entereza y buena voluntad, proclamando la frase "Quedáis en libertad", puso en completa libertad a los prisioneros, no sin antes hacerles saber sobre la suerte corrida por su padre a manos del virrey; algunos de los prisioneros, por decisión propia, se unieron a sus fuerzas, reconociendo su generosidad y grandeza de alma.

Por otra parte, era urgente destruir este punto para inmovilizar el ejército del sur, que tenía destinado adueñarse de Oaxaca, para cerrar con ello el cerco que pretendía imponer José María Morelos, quien organizaba ya un gobierno Nacional en Chilpancingo.

La posición insurgente se concretaba a la plaza existente en Coscomatepec rodeada con casas de cal y canto y la iglesia parroquial ubicada al oriente, todo circundado por parapetos que servían para protegerse del ataque enemigo.

Con la comida y la pólvora escaseando y con alimento a base de chayotes, don Nicolás Bravo convocó al pueblo frente a su cuartel a las 11 de la noche del 4 de octubre y en arenga patriótica, informó que dos horas más tarde, abandonaría el poblado, quedando los habitantes en libertad para seguirlo o pedir perdón a los realistas al mando del coronel Del Águila, quien habría ofrecido el indulto como recurso para así adueñarse de la plaza.

A las dos de la mañana del siguiente día, ya 5 de octubre, aprovechando las tinieblas de la noche, una columna sigilosamente se deslizaba por la estrecha vereda que llevaba al río Tlacoapa y a la planicie oriental; entre esa columna marchaba todo el pueblo, abandonando sus hogares; a cuestas llevaban sus mejores pertenencias.

Antes de que llegaran Nicolás Bravo y el pueblo de Coscomatepec a Tlacoapa, el guerrillero Bibiano sorprendió y aniquiló a una partida realista que ahí se encontraba descansando.

Mientras tanto en Coscomatepec, algunos insurgentes, para despistar, se habían quedado cantando el "Talayote", melodía costeña con un estribillo que decía: “Cogerás la jaula pero los pájaros no”, que las noches de los últimos días, acostumbraban entonar, y cuando consideraron que el pueblo estaba a salvo y a distancia, amarraron unos perros a las campanas de la iglesia y en su desesperación por liberarse las hacían repiquetear.

Cuando Agustín de Iturbide fue destronado, Bravo administró al país, en un triunvirato con Guadalupe Victoria y Pedro Celestino Negrete.

La capital del estado de Guerrero, Chilpancingo, lleva el representativo apellido de este hombre reconociéndolo, no solo a él si no a toda su familia, por su apoyo al movimiento independentista.

Estatua en bronce del general Nicolás Bravo, ubicada en la alameda central de Chichihualco , su pueblo natal.