Matrimonio entre personas del mismo sexo en España
Mientras que los partidarios de la medida estimaban que la verdadera igualdad solo se consigue si se equiparan todas las parejas en una misma figura jurídica, el matrimonio, sus oponentes opinaban que el término "matrimonio" debería reservarse a la unión de un hombre y una mujer.[5] Otras asociaciones también expresaron su preocupación sobre la posibilidad de que las personas homosexuales pudieran adoptar menores.[9] Poco después de que la ley fuera aprobada, surgieron dudas sobre la situación legal del matrimonio con personas de países que no permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo.[11] Durante la década de 1990, algunas comunidades autónomas habían aprobado legislaciones propias sobre parejas de hecho, que permitían a las parejas formadas por personas del mismo sexo registrar su unión y obtener algunos beneficios administrativos.[12][13] La primera ley fue la de Cataluña, aprobada en 1998, la cual, sin embargo, no permitía la adopción conjunta a las parejas homosexuales.[14][15] En 2000, Navarra aprobaba una ley similar,[14] con la única oposición de Unión del Pueblo Navarro, que, sin embargo, sí permitía la adopción de niños por parejas homosexuales.En esa fecha se presentó la primera propuesta formal en las Cortes Generales del Reino para modificar el Código Civil y permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.[1] El ministro también anunció dos enmiendas, introducidas por Convergencia i Unió; la primera introducía estatus legal para las parejas de hecho heterosexuales y homosexuales, mientras que la segunda permitía a las personas transexuales cambiar legalmente su nombre sin la necesidad de someterse a una cirugía previa.[21] El primer matrimonio entre mujeres se celebró en Barcelona once días después.[22] A pesar de todos estos pasos para eliminar la discriminación existente, existía un fallo legal: los niños nacidos en el seno de un matrimonio entre mujeres lesbianas no podían ser legalmente reconocidos por la madre no biológica, que debía entonces iniciar costosos y largos trámites de adopción, cosa que no ocurre en los matrimonios heterosexuales, donde el padre solamente necesita reconocer al niño sin necesidad de posteriores requisitos.[26] De acuerdo con las previsiones constitucionales, el texto aprobado por el Congreso de los Diputados fue remitido al Senado para su debate y (en su caso) aprobación, enmienda o veto.Los medios de comunicación le preguntaron a Juan Carlos I si ratificaría la ley que, en el momento de la pregunta, se estaba debatiendo en las Cortes Generales.Efectivamente, Juan Carlos I sancionó la Ley 13/2005, en cumplimiento de las previsiones constitucionales.[36] La Ley 13/2005 reforma el Código Civil en lo concerniente al derecho a contraer matrimonio.En particular, esta reforma añade un segundo párrafo al vigente artículo 44 del Código civil, manteniendo el primer párrafo intacto:[37] Las restantes modificaciones del Código civil efectuadas por la Ley 13/2005 van dirigidas a sustituir las expresiones «marido y mujer» por «cónyuges», y «padre y madre» por «progenitores».Estos efectos se extienden a todas las materias en las que el matrimonio tenga relevancia: derecho de sucesiones, derecho de residencia, adopción de los hijos del cónyuge, efectos tributarios, derecho a no declarar contra el cónyuge, alimentos, separación, divorcio, etc.[38] España fue el tercer país del mundo, tras los Países Bajos y Bélgica, en aprobar leyes que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo.Igualmente, a raíz de diversos procedimientos judiciales, poco después de la aprobación en España, Canadá aprobó una legislación que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo.No obstante, el matrimonio solamente puede celebrarse en el consulado si el país en cuestión autoriza dichos matrimonios (de momento, los consulados españoles en Argentina, Boston, Bruselas, Ámsterdam, La Haya, Toronto, Montreal, Ottawa, Ciudad del Cabo, Pretoria y Estocolmo).[45] En diciembre de 2005, el Tribunal Constitucional inadmitió a trámite ambas cuestiones debido a que los encargados del Registro Civil no desempeñan en este tipo de expedientes previos al matrimonio civil funciones jurisdiccionales, al integrarse en una estructura administrativa bajo la dependencia del Ministerio de Justicia, por lo que no están facultados para promover cuestiones de inconstitucionalidad.[57] En la misma línea se expresó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el debate final de la Ley 13/2005, al manifestar que su aprobación no era sino un acto de decencia.[60][61] La Delegación del Gobierno en Madrid contabilizó 166 000 asistentes; el diario El País daba aproximadamente 200 000; los convocantes cifraron la participación en 1 500 000 personas, mientras que la policía —referencia en este tipo de controversias— no quiso dar sus cifras.[65] El Foro Español de la Familia expresó su preocupación sobre la posibilidad de que las parejas homosexuales pudieran adoptar y criar menores, y argumentaron que la adopción es un derecho para el menor, no para los padres.La adopción por parte de parejas homosexuales ya era legal en el País Vasco, Navarra, Asturias, Aragón y Cataluña antes de que la legalización del matrimonio igualitario permitiera la adopción a nivel nacional.800 matrimonios fueron registrados en las áreas informatizadas (la mitad del país aproximadamente) y otros 200 se estimaban en el resto.Zerolo también dijo que uno de cada diez matrimonios en España era entre personas del mismo sexo.
Celebración en el Congreso el día que se aprobó el matrimonio igualitario en España.