Al ver que Tadeo Calomarde, ministro de Justicia, intentaba recuperar el documento, la infanta le propinó dos bofetadas.
[6] Pasado el incidente, el rey se recuperó y dio plenos poderes a su esposa, que poco después sería regente del reino.
Durante este periodo, la infanta gozó de gran ascendiente entre el rey y su hermana la reina.
Fue exiliada a Francia y desde allí patrocinaba libelos publicados en Madrid contra María Cristina, criticándola por su matrimonio con Fernando Muñoz.
[7] La infanta fue una mujer ambiciosa que deseaba posicionar a uno de sus hijos en el trono español.